Desafío para el Movistar Estudiantes: llega el invicto Oviedo

Si hay algo que ha enseñado la LEB Oro al Movistar Estudiantes, es que no hay ningún partido sencillo. Ni en casa ni fuera. Da igual el nivel de tu propia plantilla y el del contrario. Cualquier día, en cualquier lugar te puedes llevar un revolcón. Un aprendizaje a golpes (muy duros a veces) que pondrá este domingo a prueba el Alimerka Oviedo (18:30 horas, M+) en el estreno colegial de la temporada en el WiZink Center.

El Palacio recibirá al equipo y a la directiva por primera vez tras un verano convulso y esquizofrénico en el que se unió la alegría por la confección de una gran plantilla con las críticas por los despidos de empleados, el precio de los abonos… Los ovetenses esperan que el río esté revuelto para tratar de pescar, sobre todo, porque si hay un equipo lleno de confianza en este inicio de temporada es él: presenta un balance de 7-0 entre los seis partidos de la pretemporada y el triunfo en la jornada inaugural frente al San Pablo Burgos. Los castellanos son los grandes favoritos al ascenso junto a los ramireños.

“Vienen de una situación muy buena. Han tenido una muy buena pretemporada. Han ganado en casa a uno de los mejores equipos de la Liga. Vienen con muchas ganas a nuestra casa”, dice, en palabras recogidas por la web estudiantil, Francis Alonso, el MVP de la primera jornada en la LEB Oro tras su exhibición frente al Cáceres: 25 puntos (5 de 7 en triples) para 27 de valoración en la victoria por 60-83.

Un triunfo que demostró, no solo el potencial ofensivo del Estudiantes (que se sabía), sino también que el grupo no está para bromas. Es serio, profesional, fiable defensivamente. Durante 40 minutos en Cáceres, y a pesar del abultado resultado a favor, hubo concentración y compromiso de cada jugador que Pedro Rivero puso sobre la pista. Y todo eso sin Michael Carrera, MVP de la LEB la pasada temporada. El venezolano se vistió de corto tras superar la lesión que se produjo en el Mundial. Debería estar listo para este domingo, pero aún es duda.

“Sabemos de sus fortalezas, no podemos que dejar que jueguen a su gusto, tienen jugadores con muchos puntos y no podemos ponérselo fácil”, asegura, en palabras recogidas por al web del Alimerka, Javi Rodríguez. El entrenador gallego volvió a Asturias este verano tras tres temporadas fuera, una de ellas, la última, en el Ramiro: “Todos los partidos son importantes, pero cuando juegas en un sitio en el que has jugado o entrenado previamente siempre tiene una parte emotiva. Tengo que dar las gracias a Estudiantes por el trato, el cariño de la gente y el respeto pero ahora voy con Oviedo a intentar hacer buen partido, hacer todo lo posible para competir y tener opciones de conseguir una victoria que para nosotros sería importante para llegar a nuestro objetivo lo antes posible”.

Rodríguez no tuvo fortuna en el Estudiantes. O no tuvo cintura. O no contó con una plantilla de nivel para alcanzar los objetivos marcados. O un poco de las tres. El técnico llegó al Magariños como una apuesta personal del Pancho Jasen, anterior (y último) director deportivo azul. Su estilo de juego era atractivo: veloz en las transiciones, mucho lanzamiento y muy rápido. El problema, no había altos para controlar el rebote y comenzar las galopadas. Tampoco había grandes especialistas de tres. Varios tiradores, pero ninguno era un triplista consumado.

Una forma de afrontar los duelos que al final cazaron el resto de los rivales… y no hubo cambios. Bueno, hubo uno, el suyo: fue destituido el 4 de abril tras 27 temporadas y con su renovación atada. El balance en su adiós era de 17-9, a seis victorias el primero y con una caída a plomo desde febrero: cinco derrotas en siete partidos para descender de la tercera posición a la quinta.

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