EUROLIGA | PANATHINAIKOS 79 - MILÁN 62

Luces y sombras en el regreso de Mirotic

La estrella del Milán vuelve a jugar dos meses después y deja buenas sensaciones, pero su equipo cae sin oposición ante un Panathinaikos que mete miedo.

Nikola Mirotic volvía ayer a jugar un partido de Euroliga dos meses después de la última vez que le vimos vestido de corto. El tendón de Aquiles, esa parte del cuerpo que ya le dio problemas estando en el Barça, le ha tenido ahora ocho semanas en el dique seco. Una mala noticia para cualquier amante del baloncesto europeo, ya que el hispano-montenegrino es una de las estrellas más grandes de la competición. Con Mirotic en pista el Milán espera enderezar una situación clasificatoria comprometida que, sin embargo, aún están a tiempo de arreglar. El equipo italiano es 13º con un balance de 10 victorias y 14 derrotas, pero la implantación este año del play in para determinar las dos últimas plazas del playoff hace que equipos que otros años estuviesen casi desahuciados para las eliminatorias por el título ahora sigan teniendo la ilusión por llegar. El Milán es uno de ellos, ya que está a dos triunfos del noveno y el décimo (Valencia y Partizán), los dos últimos puestos que dan acceso al play in. Con diez partidos aún por jugarse, nada es imposible.

Pero la vuelta de Mirotic y, por tanto, lo que podía ser el punto de inflexión en la temporada de los italianos, tocó en OAKA ateniense, ante un Panathinaikos que le derrotó sin contemplaciones (79-62) y que ahora mismo parece uno de los mejores equipos del campeonato, como el propio Ettore Messina reconocía después del encuentro: “El Panathinaikos, junto al Real Madrid, son los dos mejores equipos de Europa. La forma en la que juegan en ataque y en defensa, la energía, el público... Es como en los viejos tiempos. Tienes que ser mentalmente fuerte cuando vienes aquí. Vas a meter menos puntos y vas a estar incómodo”. Después de empezar 2-4, con muchas dudas en el juego y en la selección de los quintetos, Ergin Ataman parece haber dado con la tecla y su récord posterior es de 13-5. Es más, ha ganado nueve de los últimos once partidos. Mal lugar por tanto para recuperar el tono y las sensaciones. Y, aún así, el partido de Mirotic fue bastante bueno dadas las circunstancias. El ala-pívot jugó sólo 15 minutos, pero le dio tiempo a meter 11 puntos con un 40% de acierto en el triple, cogió 2 rebotes, recibió 3 faltas y acabó con 7 de valoración.

Es normal que el Armani Milán eche de menos a Nikola Mirotic. Cualquiera que le haya visto jugar lo entenderá y las estadísticas lo refrendan. Aunque ahora mismo no aparece en la tabla general de estadísticas de la Euroliga por haberse perdido la mitad de los partidos que se han jugado ya, sus números les sitúan un año más entre los mejores de la competición. Es cuarto en puntos (17,1), noveno en rebotes (5,8) y octavo en rebotes ofensivos (2,2), décimo en faltas recibidas (4,2) y quinto en valoración (18,6).

Un buen día en la oficina para Juancho

El partido de Mirotic, bastante productivo, estuvo en las antípodas del desempeño general de su equipo, que fue barrido de la pista desde el primer cuarto. Al descanso ya perdían de 16 (44-28) y la desventaja llegó a ser de 24 (74-50). El 4/21 en triples de los milanistas dejaba poco margen de victoria. “No pusimos resistencia. Nuestra actuación, nuestro estado de ánimo, fueron vergonzosos. Pido disculpas al dueño y a los aficionados. Empezamos apagados y fallando bandejas. No supimos como parar a Lessort en la anotación y el rebote, ni a Juancho en el perímetro. Hablaremos y corregiremos los errores”, admitía Messina. Juancho Hernangómez tuvo uno de sus mejores días en una temporada que no está siendo fácil. Después de brillar en los dos primeros encuentros del curso, sobre todo en el debut frente al Olympiacos (13 puntos, 10 rebotes, 2 tapones y 25 de valoración en 43 minutos), ha perdido muchísimo protagonismo. Aparte de una fractura en un dedo que le tuvo más de un mes sin jugar, desde que volvió el 14 de diciembre son más los encuentros en los que se acerca a la irrelevancia. Ayer, sin embargo, sí que fue importante en la victoria de su equipo. Sobre todo en el despegue inicial que abrió la brecha en el marcador. Al final acabó con 12 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 16 de valoración en 22 minutos.

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