EUROLIGA | MÓNACO 107 - MACCABI 79

Kemba Walker, poco a poco

El base estadounidense Kemba Walker continúa acoplándose a la Euroliga con el Mónaco. Ha ganado minutos tras perderse los primeros partidos.

SEBASTIEN NOGIEREFE

El periplo de Kemba Waker en la Euroliga con el Mónaco empieza a coger altos vuelos. El all-star en cuatro ocasiones durante su estancia en la NBA, uno de los fichajes más sorprendentes del verano, ha comenzado a jugar regularmente en la máxima competición del Viejo Continente después de unas dudas iniciales. Del equipo e individualmente. Olvidado todo ello, uno de los equipos que llegó a la última Final Four -fue tercero- ha renovado plantilla con un experto en EE.UU. que allí se había quedado sin hueco y por el que han apostado fuerte en el Principado.

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Walker debutó en la jornada 3 de la competición al no haberse encontrado suficientemente preparado antes. Va subiendo su aportación y en el último encuentro, en casa ante el Maccabi, llegó a los dobles dígitos por primera vez.

El armador nacido en El Bronx, Nueva York, se apuntó 10 puntos en 17 minutos, junto a dos asistencias, tres rebotes y un robo, frente a los macabeos (ya confirmados por la Euroliga para jugar como local en Belgrado debido a la guerra en su país).

Walker había jugado el 5 de enero por última vez, en un duelo entre Mavericks y Celtics, antes de llegar a Europa. Con el de esta semana lleva tres encuentros en competición continental, adquiriendo nuevos hábitos para poder dominarla.

Va subiendo en minutaje (10-12-17) y el equipo va remontando con él en pista. Los monegascos ganaron al Maccabi en la Salle Gaston Médecin por 107-79, un marcador que constituye dos récords para ellos: la victoria por mayor margen desde que juegan este torneo y la victoria con mayor puntuación en un encuentro sin prórrogas disputadas.

Un encaje para Kemba Walker

El Mónaco ha superado un 0-3 para abrir la Euroliga que ponía en la picota a Obradovic en un inicio de campaña que ha sido demoledor para los entrenadores (Scariolo, Ivanovic, Parker y, próximamente, Peñarroya). Sasa, cariacontecido al salir apaleado por la Virtus de Bolonia en la 2ª jornada por un -24, es el que va a tener que hacer un encaje de bolillos para que todos los exteriores que tiene en plantilla tengan minutos suficientes para aportar y sumen en vez de restar. Con Mike James, cóctel explosivo, están Okobo y Loyd, también con experiencia en la NBA, dos franceses como Strazel y Tarpey para fortalecer la rotación y Diallo, que puede jugar puntualmente como escolta. Con ese nivel topa Walker, que se ha tomado tranquilamente el inicio de curso para ponerse a punto. “Con él sólo estamos pensando cómo puede jugar en la Euroliga. Porque no es fácil jugar en la Euroliga. Por ahora ha estado genial, su actitud, balance y entendimiento están en el nivel más alto. Creo que puede ayudar al equipo”, decía su entrenador en pasadas semanas, aludiendo implícitamente a que su baja se debía a una puesta a punto y no a ninguna lesión peliaguda. La rodilla izquierda (operada en 2015, 2016, 2017, apuntalada en 2020 y que remató su carrera con parones selectivos en 2021 y 2022) es su cruz y es eso, el estado físico a sus 33 años lo que hace albergar constantes dudas. Su capacidad para liderar desde el puesto de base está fuera de sospecha: en su punto más maduro, el último año en los Hornets, promedió 25,6 puntos en la NBA.

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