Inglis: “Con Tavares bromeo: ‘Soy mejor que tú'”

Damien Inglis (Cayena, Guayana Francesa, 1995) recibe a AS unas horas después de la dolorosa derrota ante el Zalgiris, en la Euroliga, y tras completar el entrenamiento de recuperación antes de enfrentarse al Madrid: “Un rival muy duro”. Inglis es uno de los hombres fuertes de este Valencia y sabe que su actuación, junto con la de otros compañeros, es clave para recuperar el nivel del equipo.

Su historia es peculiar. A los 14 años viajó desde su Cayena natal hasta París para cumplir un sueño. Fue elegido por los Bucks en el draft de 2014 por encima de un tal Jokic y un tal Tavares. Y en Milwaukee se hizo inseparable de Giannis Antetokoumpo, mientras jugaban partidas interminables al FIFA. Él con el Chelsea de su ídolo Drogba y de su amigo Malouda.

¿Cómo están de ánimo?

Bien. Aún pensando en el partido ante el Zalgiris. Es difícil perder tantos partidos por tan pocos puntos.

¿Y de energías?

Este es nuestro cuarto partido en una semana, creo. El equipo lucha para encontrar energía durante 40 minutos. Pero no es una excusa. Todos tenemos el mismo plan, en la Euroliga al menos. Queremos ganar tantos partidos como podamos. Y necesitamos más energía que ayer (por el martes ante el Zalgiris). Ahora jugamos contra el Real Madrid, el mejor equipo.

¿Ganar allí es la mejor manera de quitarte todo de encima o preferiría un rival más fácil?

Jugamos todos los partidos para ganar. No queremos perder ningún encuentro. En una historia perfecta, en una teoría perfecta, ganamos al Madrid y todos estaremos felices. En un mundo perfecto.

¿Es el Madrid más duro al que se ha enfrentado?

Sí, Madrid es un equipo muy bueno, muy respetado. Con un buen entrenador y buenos jugadores. Creo que es uno de los mejores equipos que he visto.

Mumbrú le trajo a Valencia. ¿Cómo lo ve?

Está intentándolo todo. Está muy positivo. Es uno de los entrenadores más positivos que he tenido. Es un ganador. Él era un jugador, así que entiende cómo se siente ahora el jugador. Está haciendo un gran trabajo para impulsarnos y ser positivos. E, incluso, si perdemos el partido, solo se prepara para el próximo. Está intentándolo. Nosotros, como jugadores, estamos con él y queremos darle el respeto y el amor que nos da. Es el mismo tipo que conocí en Bilbao. Viene todos los días listo para trabajar.

Por primera vez, escuchó silbidos en La Fonteta. ¿Cómo lo vivió?

Nos preguntamos por qué silbaban. Pero entiendo que quieren ganar el partido. Nosotros, como jugadores, queremos ganar también. Espero que vengan el sábado, ganemos y todos estemos felices.

¿Tan difícil es compaginar la Liga Endesa con la Euroliga?

Muy difícil. Para mí es más difícil la ACB que la Euroliga.

¿De verdad?

Sí. Porque cuando juegas contra un equipo de la Euroliga, ellos tienen planes, un esquema y sabes exactamente que este equipo juega así. Necesitas ser inteligente en tu baloncesto, ser inteligente y entender que este tipo está haciendo esto. Y jugando con energía, lo entiendes y puedes prevenir y ganar partidos. La ACB es todo esfuerzo. Se juega con el corazón, se juega con esfuerzo. En la ACB puedes jugar contra el Palencia y si no consigues ganarles, te vencen. En la Euroliga puedes jugar, juegas contra el Madrid, y si tienes el mejor plan de juego, les ganas. Es simplemente diferente, pero para mí es más difícil jugar la ACB que la Euroliga.

¿Cómo fue su salida de Cayena hacia París, con 14 años?

Muy, muy duro. Cambio de clima, cambio de gente, de cultura. Fue muy duro al principio. Estar con chicos que ya estaban dirigidos y saben lo que quieren hacer.

Fue muy duro para mí. Vengo de una ciudad muy pequeña, de un país muy pequeño. Llegué a París a los 14. Fue duro, pero el baloncesto me ha mantenido. Sabía que quería ser jugador de baloncesto. Así que dejé todo al lado y me centré en un objetivo: ser jugador de baloncesto. Y lo hice. Estoy muy feliz de lo que hice desde que tenía 14 hasta los 18 años.

¿Y jugaba de alero?

Sí, sí. Era más joven y era muy atlético. Ahora ya no soy tan atlético. Ahora solo... La cosa es que me dañé, me hice daño en el hígado. Así que me centré en el equipo. Pensé en el juego. Entendí el juego, cómo conseguir puntos fáciles, cómo ganar partidos. Soy menos atlético, pero gané el partido. Y sí, ahora mismo soy ese tipo y me gusta.

Con 19 años fue elegido en el número 31 del draft de 2014, por encima de Jokic... y de Tavares.

Eso me hace reír porque esos chicos son grandes jugadores. Y cada vez que los veo, bueno a Jokic no lo veo, pero a Eddie le digo: ‘Fue elegido antes que tú, soy mejor jugador que tú (ríe)’. Es broma. Pero sí, el sueño pasó y fue increíble.

Pero la cosa no salió como esperaba.

Sí, pasé malas noches. No dormía bien. Fue difícil porque estuve lesionado 18 meses. Tuve que aprender cómo caminar, cómo correr, cómo confiar en mi cuerpo de nuevo y eso fue difícil. Fue un momento muy difícil, pero eso me mantuvo humilde. Y fue así que aprendí a hacer otras cosas y a convertirme en un mejor ser humano, una persona mejor.

Allí se hizo amigo de Antetokoumpo.

Cuando llegué nos hicimos amigo. Solíamos ir a caminar. Hacíamos todo juntos. Y en cada ciudad a la que llegábamos, íbamos a las tiendas y a comer. Íbamos a una franquicia que se llama Dave & Buster’s. Y jugábamos a todo: al baloncesto, a los bolos, a la Play, al FIFA.... Era mi hermano. Era mi gran amigo. Me gustaron aquellos años. Yo tenía 19 años, él tenía 20 años.

No me diga que en el FIFA se cogía el Real Madrid...

No, no. Cogía el Chelsea, en 2014, con Drogba y mi amigo Malouda. Él estuve aquí visitándome, ¿sabe? Estuvo en la playa, viendo un partido... Es de Cayena. Somos los niños de la Guayana Francesa.

Y después vuelve a Europa...

Mi primera experiencia en Italia fue muy mala. Malas noches también. Estuvo mal. No era para nada lo que necesitaba. Ya sabe, ese era un mal ambiente. Estaba en Sicilia, un lugar muy bonito, pero, ya sabe, estaba la Mafia, tenían de todo. Sólo estuve un mes, dos meses. Y me fui. Regresé a Francia. Fui a Estrasburgo. A Estrasburgo, ahí reinicié mi carrera, paso a paso, mejorando.

Ahí se vuelve a sentir jugador...

Cuando dejé Francia, porque estaba fuera de mi zona de confort y tuve que crecer como jugador de baloncesto y como ser humano. Y me convertí en un mejor jugador y comencé a jugar mejor.

Y luego gana la Eurocup con Monaco.

Increíble. Ganar es la mejor sensación que hay. Creo que es la mejor sensación como deportista, porque sacrificamos mucho. Venimos a entrenar todos los días, jugamos con lesiones, con problemas en casa. Ser deportista es un trabajo que, aunque tengas problemas en casa, tienes que hacer, rendir y ser el mejor. Y cuando ganas, simplemente se resuelve todo por lo que pasaste. Las cosas buenas, las cosas malas.. Todo el mundo trabaja en su vida y todo el mundo quiere ser recompensado por algo. Y cuando ganas y te dan una copa, un trofeo, es la mejor sensación del mundo. Yo estoy feliz de tener dos. Quiero conseguir la Copa del Rey el mes que viene con el Valencia. Es un sueño. No es un sueño, es una meta, un objetivo, sí.

¿Fue un palo perder con Gran Canaria y quedar fuera de los cabezas de serie?

Fue una pena perder contra el Gran Canaria. Ojalá podamos jugar contra ellos en la Copa del Rey. Es mi sueño también.

Y fichando este año con el Valencia cerró un círculo. Ya ha jugado en la NBA, en la Euroliga, en la Eurocup y la Liga Endesa...

Es increíble estar en Valencia y seguir creciendo como ser humano, como jugador. Seguir mejorando y, con suerte, jugar los playoffs de la Euroliga. Eso es lo siguiente.

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