Festival ofensivo del Madrid

Era un partido de piedra de toque, de acción y reacción, de ver cómo el Madrid respondía en un duelo exigente en un momento de bajón, tras cuatro derrotas en diez encuentros, la última el domingo por 23 en Gran Canaria. La réplica merengue fue buena ante un adversario físico, ofensivo y poderoso en el rebote, aunque también permisivo atrás, lo que le dio aire para armar su juego, para anotar con fluidez y recuperar confianza en un pulso de ritmo alto y menos guerrillero. Baloncesto de pase y porcentajes elevados que acabó con un marcador monumental, de prórroga sin que la hubiera: 106-101 (139 a 93 en valoración).

Más allá de la estadística, no fue una actuación redonda de los blancos en el conjunto ataque-defensa, pero qué números en un tramo del curso a la baja, de complicaciones físicas: 74% de dos, 41% de tres y 26 asistencias. El Maccabi resistió por su poco habitual 12 de 26 en triples, sus 21 tiros libres sin fallo y sus 16 rebotes ofensivos. La mala jornada de Lorenzo Brown la compensaron el anárquico base-escolta Wade Baldwin (28 puntos), el alero Bonzie Colson (25 y 3 recuperaciones) y un ex del Valencia, el ala-pívot James Webb (18). En el Madrid, Musa y Hezonja apilaron 35 puntos y 8 asistencias. Entre Campazzo y Sergio Rodríguez sirvieron otros 9 pases de canasta. Y Vincent Poirier, que se fajó con Josh Nebo con éxito, sacó un sobresaliente: 16 tantos (6 de 7 en el tiro) más 10 rebotes y 3 tapones para 29 de valoración. Impecable.

El Madrid cierra la cuesta de enero en la Euroliga con un balance de 5-2, solo igualado, de momento, por el Fenerbahçe. Ni tan mal. Acumula casi un 88% de victorias y si perdiera todos los partidos en las 10 jornadas que restan de fase regular (sí, todos), terminaría con un 61,7% de éxitos, más de lo que lleva ahora el quinto.

El Madrid arrancó fuerte (29-18) y perdió algo de fuelle justo antes del parón con Colson (16 puntos entonces), Webb y Sorkin haciéndole pupa. Del 38-26 se pasó al 52-45 del descanso. Hezonja había salido muy metido coincidiendo en el quinteto con Deck. El mejor, sin embargo, era Poirier (12+6 y 19 de valoración al intermedio).

La segunda parte mantuvo la tónica. Muy buena irrupción de Causeur, eso sí. Ninguno de los dos daba un giro de tuerca defensivo y eso le vino bien al Maccabi, que acabó de reengancharse: 72-71. Restaban 11:30, había partido, el más repetido en la historia de la Copa de Europa (45 a 26, balance actual favorable al Real). Primero arreó el Madrid con el Chacho, triples y asistencias, capitalizaba el juego y parecía definitivo: 91-78.

Para entonces, Lorenzo Brown ya le había quitado la tapa al aro, primer acierto, un triple, después de marrar ¡12 lanzamientos! A ese 13 abajo, la mayor diferencia de la noche, contestó el Maccabi con un 0-11 (91-89). Y con el 100-89 hubo otro 0-9 coronado con un 2+1 de Lorenzo para cruzar el último minuto en un puño. Un mate de Poirier tras rebote de ataque y dos libres de Musa parecían traer la sentencia. Nuevo error de cálculo porque un enfadadísimo Baldwin (por la acción anterior) clavó un triplazo. Hezonja desde la línea de personal y una buena defensa pusieron, ahora sí, el lazo al triunfo de los de Chus Mateo. Invictos en casa y seis victorias más que el segundo con un partido más disputado. Inmejorable.