El Valencia asalta El Pireo

El Valencia Basket es un hueso. Sin tener un día brillante en el ataque, sacó una victoria de una de las pistas más grandes de Europa dejando al Olympiacos en sólo 56 puntos. No fue un partido para enmarcar pero la victoria tiene un valor incalculable porque encadena tres seguidas en Euroliga y además le vuelve a enganchar al vagón de los equipos que luchan por acabar entre los seis primeros. Palabras mayores para el tercer presupuesto más bajo de la competición.

En un duelo con tantas piedras en el camino, es difícil destacar actuaciones individuales. Pero si hay que hacerlo ahí está Stefan Jovic. Por números (12 puntos y 4 rebotes) y por sensaciones. El serbio dio un golpe en la mesa en el primer cuarto y a partir de ahí el Valencia siempre fue por delante. Sólo dos triples fallados en su carta de tiro. En un día gris de Jones, apareció Jovic. Y Kevin Pangos, si el Milán le deja, en breve pondrá más materia gris al Valencia.

Sacó Mumbrú un quinteto con Jones y cuatro jugadores con poca confianza (Robertson, Claver, Reauvers y Touré). Y aunque empezó 0-5 por una canasta ‘yo-yo’ de Jones y tres libres de Robertson, estaba claro que eso no iba a funcionar. Enseguida un parcial de 12-0 dejó a las claras que hay jugadores del Valencia que les está costando bastante. El coach taronja se desdijo enseguida y dio entrada a Pradilla, Jovic y Brandon Davies. Y todo cambió. El serbio se encargó de la dirección y Davies del liderazgo. Tanto es así que el cuarto acabó con el Valencia con la flecha para arriba y el Olympiacos encallado. Un triple de Jovic lo dejó en 15-14 al fin del primer acto.

Mumbrú dio otra vuelta de tuerca y juntó a dos bases puros en cancha: Jovic-Hermannsson. Y el parcial de entrada fue 1-6, con Davies machacando a Milutinov con su suspensión clásica desde 5-6 metros. El Valencia progresaba adecuadamente a partir de la defensa pero era difícil que el Olympiacos lo hiciera peor. Un 2+1 de Jovic, un triple de Puerto y una canasta de Inglis, asociadas a tres buenas defensas, dieron el primer tirón. Brazdeikis aguantaba para el Olympiacos, con cuatro puntos, cuando el aro se cerraba para los griegos. Un triple de Inglis puso el +10 (25-35, min. 19). Un libre de Sikma recortó para el Olympiacos antes del descanso.

El Valencia salió del vestuario con el modo defensa activado, ese que en octubre desarboló a varios de los grandes de Europa. El Olympiacos se obcecaba en el triple, sin acierto. Y Jones empezaba a acertar en la anotación. Una canasta de Claver tras gran asistencia de Hermannsson ponía la máxima del Valencia (31-43, min. 15) en todo el partido. Davies tuvo un tiro claro para el +14 pero falló y Walkup se calentó con cinco puntos seguidos. El pabellón heleno estuvo a punto de explotar con un triple de Canaan que se salió de dentro. Pero este Valencia es duro. Jovic y Puerto volvieron a poner el +11. Y de ahí al final del cuarto sólo un palmeo sobre la bocina de Milutinov (38-47). Pocos puntos, el Valencia arriba.

El cuarto definitivo arrancó aún más espeso. Cada punto era un gol. Y eso que los árbitros regalaron una antideportiva a cada equipo por el bien del espectáculo. Pero ni así. El Valencia vivía con 7-9 puntos arriba pese a estar sin anotar en juego durante cinco minutos. De hecho, sólo sumó en ese tiempo dos libres Inglis. Sólo por los errores del Valencia, el Olympiacos se venía arriba. Aunque dos canastas de Hermannson y Jones le ponían cloroformo al pabellón (42-53, min. 36). Pero Canaan y Walkup anotaron dos triples seguidos poniendo al Olympiacos sólo cinco abajo por primera vez en mucho tiempo. Había vida griega... pero una falta en ataque de Cannan a Jovic acabó de calentar el pabellón que veía el 2+1. A continuación, Claver clavó un triple definitivo (50-58), a falta de 1:40. Casi hecho. Papanikolau apareció al final para dar esperanzas a su equipo con dos triples. Pero el Valencia ya lo tenía en el bolsillo.

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