El campeón de Europa se rompe

El corazón del campeón de Europa se rompe, una dinastía zozobra. La temporada del Efes, el rey de las dos últimas ediciones de la Euroliga, está siendo una pesadilla, marcada por los problemas, las lesiones… y las derrotas durísimas. Entre ellas, cuatro en los últimos cinco partidos, todos menos el match ball que salvó de milagro contra el Real Madrid (90-89). Pero después, todavía muy vivo, perdió en casa de forma estrepitosa contra el Partizan (84-97) y ayer, casi con su última vida europea en juego, no pudo con el Alba Berlín, uno de los que está sin opciones de clasificación.

No solo eso, es que además la derrota fue un mazazo terrible después de remontar 19 puntos y ponerse con un +7 en el ecuador del último cuarto. La ventaja todavía suya, 90.93, dentro del último minuto. Pero un triple de Blatt y un error de Bryant dejaron el desenlace en bola para el Alba con 93-93… y mate en rebote de ataque in extremis de Sikma. El estadounidense puso el 95-93 y, tal vez, el clavo definitivo en el ataúd del campeón, que en sus últimos cuatro partidos, con el agua al cuello, ha encajado 91,7 puntos de media. La cosa no va en una temporada que comenzó con aroma a threepeat gracias a los fichajes de Clyburn y Zizic. Pero las lesiones (Larkin, Micic…) y el bajo rendimiento del equipo han desembocado en esta situación extremadamente delicada.

Finalista en 2019, líder en 2020 cuando se paró por la pandemia y campeón en 2021 y 2022, el Efes tiene muy difícil entrar ya en cuartos de final. Después de 30 partidos está undécimo y en negativo (14-16). Y su último hilo de vida depende de que su vecino y enemigo, el Fenerbahçe, gane hoy a un Zalgiris que visita Estambul octavo, en 15-14. Un triunfo lituano dejaría esa última plaza en el playoff a dos partidos con solo cuatro por jugar para un Efes a cuatro victorias de las 18 que se suelen considerar las necesarias para pasar el corte. La situación, huelga insistir, es dramática.

Y Ergin Ataman, que volvió al banquillo tras su ausencia por neumonía contra el Partizan, lo dejó claro después de la terrible derrota en Berlín. Acostumbrado a los juegos mentales, y a usar los micrófonos para repartir mensajes con mucha intención, conviene preguntarse si esta vez no era totalmente sincero cuando descartó a su equipo nada más terminar el partido: “Este año no vamos a estar en los playoffs. Mucha suerte a los que sí los van a jugar”. El calendario tampoco es el más sencillo posible: Milán, Virtus, Fenerbahçe y Mónaco.

“Estamos fuera de playoffs al 99%” insistió después, en rueda de prensa. “Este partido demuestra cómo ha sido nuestra temporada, la explica. Perdíamos de 19, pudimos cambiar el partido y tomamos el control, pero en los últimos minutos, como nos ha pasado toda la temporada, lo fallamos todo y el rival metió todos sus triples. Volvimos a perder de la misma forma que muchos otros días. Eso resume esta temporada para nosotros”.