PANATHINAIKOS AKTOR

Ataman: “Si la NBA quiere un técnico estrella de Europa, aquí estoy”

El técnico de Panathinaikos charla en exclusiva con AS tras ganar la Euroliga al Madrid. “No soy el número uno de la historia, pero de los últimos cinco años...”.

Fabrizio BenschREUTERS

“Llámame en diez minutos, por favor”. Y diez minutos después, Ergin Ataman (Estambul, 1966) aparece al otro lado de la videollamada con AS. “Mucho mejor aquí”, bromea con su primera carcajada de la charla mientras muestra la playa en la que se encuentra. El descanso del guerrero. No demasiado largo, pues la entrevista exclusiva con este periódico llega entre éxito y éxito. Entre la Euroliga y la liga griega. Dos remontadas. La primera, al Real Madrid. La última, a Olympiacos (3-2, tras haber comenzado 0-2). El final, el mismo. Una fotografía recurrente. “No soy el número uno de la historia, pero si dan una medalla de oro por los últimos cinco años...”, sonríe.

Todo carisma, Ergin poco tiene que ver con Ataman. Volcánico sobre la cancha, siempre con un chascarrillo preparado fuera de ella. “No voy por ahí en un Lamborgini o un Ferrari. Tengo un hijo y dos hijas. Soy una persona normal. Me gusta mucho nadar. Y la playa. Para relajarme y meditar”. Una persona normal... o quizá no tanto. Al menos, no a ojos del resto: “En mi país, muchos me consideran un héroe. Ganar la Euroliga para un entrenador italiano, uno español, es más normal. En Turquía no lo es”.

Durante los más de 60 minutos de conversación, ‘normaliza’ su “pócima mágica”, humaniza al Real Madrid (”cuando están en cancha es muy complicado ganarles, pero sin Campazzo ni Tavares, es un equipo normal”), contextualiza su relación con Juancho (”ha tenido problemas esta temporada, pero creo en él”) y deja abierta la puerta a la NBA: “Antes era mi sueño, ahora no, pero si quieren un técnico estrella de Europa, aquí estoy”. Si llegase la oportunidad, tiene claro que su estilo encaja: “¿Por qué iba a tener miedo a entrenar a estrellas de la NBA?”.

Ergin Ataman reacciona durante la fase regular de la Euroliga.FILIP SINGEREFE

Entrevista

¡Enhorabuena! ¿Cómo fueron esos primeros días post Euroliga? ¡Le echaría humo el teléfono!

Increíbles. Es la primera vez que vivo una celebración así. Fue impresionante. ¡Similar a las celebraciones del Madrid de fútbol en Champions! La afición tiene una enorme cultura baloncestística aquí y han apreciado muchísimo lo que significa ganar después de 12 años. Es algo muy importante. Para ellos, para el Panathinaikos. Tienen una gran historia, pero en los últimos años habían sufrido derrotas duras. Y por eso ha sido increíble poder vivir algo así. Fue espectacular recibir incluso la llamada del primer ministro griego para darme la enhorabuena. No sólo por lo baloncestístico, también porque este tipo de sucesos ayudan en la relación entre países, entre Grecia y Turquía. El señor Erdogan, nuestro presidente, siempre me llama. Pero esta vez también lo ha hecho el señor Mitsotakis. Ha sido mucho más que un título. Lo que estoy viviendo en Atenas va más allá del baloncesto.

Hablando de felicitaciones. La de Giannis Antetokounmpo dio la vuelta al mundo...

Conozco a Giannis desde hace un par de años, por mi trabajo como seleccionador de Turquía. Siempre me ha mostrado un gran respeto, la verdad. Además soy el entrenador de su hermano Kostas. Y bueno, después del partido vino a felicitarme. No es como si viene un cualquiera. ¡Hablamos de Giannis Antetokounmpo, MVP de la NBA! Ha seguido muchos partidos, no sólo la final o la Final Four, por su hermano. Y vino y me dijo: ‘Eres uno de los mejores entrenadores y no sólo en Europa, en el mundo’. Que te digan algo así y viniendo de una de las estrellas más importantes de la NBA... Es un placer enorme.

“No soy el número uno de la historia, pero de los últimos cinco años...”

Ergin Ataman

¿Y se siente así? ¿Se siente ahora mismo “el número uno” como dijo Giannis?

No, no. No me siento el número uno del mundo. No tengo manera de compararme con los entrenadores de la NBA. Y no soy el número en la historia del baloncesto europeo, pero si alguien da una medalla de oro por los últimos cinco años... (ríe). En cinco años he llegado a cuatro finales y he ganado tres títulos. Creo que es algo especial. Si hablamos sólo de resultados, soy el mejor en los últimos cinco años.

¿Ha tocado la NBA alguna vez su puerta?

No. Aunque bueno... Si te soy sincero, hace dos años tuve conversaciones con un general manager de un equipo importante de la NBA. No puedo dar nombres. Todo el mundo sabe que me gustaría probar la NBA en el futuro. Para ser el primer entrenador europeo. Ya sé que está allí Jordi Fernández, pero él se ha formado allí, no ha entrenado en Europa. Yo me refiero al primer europeo en dar el salto desde Europa. Durante toda mi carrera siempre he sido el primero. En Siena, en Galatasaray, en Besiktas, en Efes, en Panathinaikos. Para mí es muy especial si alguien viene y me pide entrenar en la NBA. Nadie lo ha hecho como tal. Como decía, hace dos años tuvimos esas conversaciones. Aunque fue algo que no me convenció. Me dijeron que tenía que ir allí a formar parte del staff unos años, a ser entrenador asistente... Pero tengo ahora 58 años. No me quiero comparar con nadie, pero con los resultados de los últimos cinco años en la mano, soy el número uno en la Euroliga. (Sonríe) Entonces, ¿por qué tengo que ir a ser entrenador asistente en la NBA?

¿Valoraría, entonces, una propuesta a su gusto?

Si alguien quiere ofrecerme una oportunidad, con lo que he logrado en Europa, tiene que ser como entrenador principal. Por eso digo que, hasta ahora, no he tenido ningún contacto serio y a considerar verdaderamente. Es un mundo diferente. Estoy muy feliz en la Euroliga y en Panathinaikos. Hace tres o cuatros años sí te diría que era mi sueño. Ahora no lo es. Eso sí, la NBA viene a por muchas estrellas a Europa: Antetokounmpo, Doncic, Jokic, Alperen Sengun... Si quieren a un entrenador europeo estrella, aquí estoy.

“Si soy el entrenador campeón de la Euroliga, ¿por qué voy a tener miedo de entrenar a estrellas de la NBA?”

Ergin Ataman

¿Cree que su estilo encajaría allí?

Por supuesto. ¿Por qué no? Al final, es baloncesto. He dirigido a grandes jugadores de la NBA. También en el pasado. Durante el lockout, a Deron Williams, también a Allen Iverson (ambos en Besiktas), ahora Kendrick Nunn... La gente dice que mi estilo es dar libertad a los jugadores y poner el foco en una defensa dura, férrea, y con una buena organización. Muchos jugadores han jugado a su mejor nivel en mis equipos: Larkin, Micic... Ellos son jugadores NBA. Kendrick Nunn, Kostas Sloukas... Si soy el entrenador campeón de la Euroliga, ¿por qué voy a tener miedo de entrenar a estrellas de la NBA? Sé cómo manejar a los jugadores, sé detectar sus fortalezas y debilidades... Ese es mi estilo.

Volviendo al partido, ¡ganaron con 15.000 aficionados del PAO en la grada! Se sentirían en casa...

Mira. Los resultados nos han ayudado, claro, pero estoy muy orgulloso del carácter y la energía del equipo y también de los aficionados. Las gradas se han llenado en los partidos de fase regular. Cuando salieron a la venta las entradas para el quinto partido contra Maccabi se vendió todo y había 100.000 personas en la lista de espera. Si la Final Four hubiera sido en Wembley, ¡hubieran asistido 50.000 o 60.000 aficionados de Panathinakos! Todo el mundo quería estar ahí. Y para la final compraron los tickets de los hinchas de Olympiakos, de Fenerbahçe. ¡La atmósfera fue increíble! Y además, saben cómo apoyar al equipo. Les insuflan mucha energía a los jugadores. No es fácil recuperarse de 36 puntos del Real Madrid en el primer cuarto... Cualquier otro equipo, después del primer cuarto pensaría: ‘Oh, el Real Madrid va a ganar este partido de 40′. Pero el carácter del equipo, el mío y el apoyo de la grada nos permitió volver al partido. La atmósfera que había en Berlín era increíble. Nunca he visto nada igual.

Sus jugadores no encuentran explicación. Grigonis habla de “milagros”, Juancho de “aura”, de “flor”... ¿Cuál es la pócima mágica de Ergin Ataman?

No hay milagros. Para un entrenador que ha ganado varias veces la Euroliga, no es un milagro. Al principio de la temporada sí podía parecer un milagro el ganar al final, pero en el segundo tramo empezamos a ganar muchos partidos contra grandes equipos. Ganamos al Madrid en Madrid (86-97 y adiós a un 13-0 en el Wizink)... Jugamos 49 partidos hasta llegar ahí. Ganamos en semifinales y nos plantamos en la final. Para mí no es un milagro.

“Si la Final Four hubiera sido en Wembley, ¡hubieran asistido 60.000 aficionados de Panathinaikos!”

Ergin Ataman

¿Fue esa victoria en Madrid ante el Madrid el clic?

Sí, sin duda. Empezamos a jugar muy bien después de la séptima u octava semana en Euroliga. Aunque perdimos dos o tres partidos en la prórroga, poco a poco estábamos construyendo nuestra identidad. Pero la victoria contra el Madrid nos ayudó a darnos cuenta de nuestro potencial, nuestra capacidad. Fue la primera derrota del Madrid en casa en dos años. Sí que fue un triunfo clave para nosotros.

Hablar después de ganar es fácil, pero hacerlo antes no lo es tanto. ¿Cómo reaccionaron sus jugadores cuando les dijo, en su primer día, que ganarían la Euroliga?

El primer día, al llegar a Atenas, les dije: ‘Escuchadme. Soy el dos veces consecutivas ganador de la Euroliga. Sólo fallé el año pasado. Estoy en Panathinaikos y he venido por vosotros. Sólo los jugadores en los que creo para ganar están aquí’. Sólo dos jóvenes y Grigonis seguían ahí y les dije que el objetivo era llegar a la Final Four. Y durante la temporada, después de cada victoria, les repetía lo mismo. ‘Vamos a llegar a la Final Four’. Y les dije algo muy importante más allá de la semana 35. ‘Terminemos la liga en segunda posición. Si terminamos la liga en segunda posición, os garantizo que ganaremos el título. Mantengamos la segunda posición y ganaremos la Euroliga’. ¡Y funcionó! (risas).

Hablaba de que el equipo fue nuevo. ¿Cómo se construye al equipo campeón? ¿Se sienta con Sani Becirovic y el presidente Giannakopoulos? ¿Cómo sabía qué jugadores necesitaba firmar?

Nos sentamos todos juntos en junio y julio, cada semana. El presidente Giannakopoulos, Sani Becirovic, Dimitris Kontos (director deportivo) y yo. Les dije los nombres que me gustaban y ellos hicieron sus observaciones. Las estudié y después, antes de llamar a las agencias, hablamos con algunos de sus exclubes y exentrenadores para conocer su forma de ser y su carácter. Porque para mí, ser un buen jugador es importante, pero lo más importante es ser un jugador de equipo. Si sólo juegas para ti no vas a ganar campeonatos. El primero que aseguramos fue Matthias Lessort. Hablé con él por teléfono cuatro o cinco veces. Fue difícil convencerle para que viniese al Panathinaikos, porque el equipo terminó en penúltima posición el año anterior. Fue una transición complicada. Pero cuando logramos a Lessort todo fue más fácil. Los demás comenzaron a venir. ¡Y conseguimos a Sloukas! Sinceramente, cuando el presidente me preguntó: ‘¿Te gusta Sloukas?’. Le dije que por supuesto. Pero, sinceramente pensé que no sería posible. Y me dijeron: ‘Por favor, espera. Tú espera. No pienses en fichar a otro base’. Y yo confío mucho en el presidente Giannakopoulos. Sabía que quería hacer algo especial. Cada día me decía que esperase y yo lo hacía. Parecía imposible. ¡Era la estrella de Olympiakos y hablamos de Panathinaikos! Pero el presidente y Dimitris Kontos lo lograron.

Kostas Sloukas con Dimitris Giannakopoulos, mandamás del Panathinaikos.

Pasó algo en un avión, tengo entendido...

Sí. En ese período coincidimos en el mismo avión rumbo a Atenas. Recuerdo que Kostas me comentó que su mujer le dijo que tenía miedo de ir a Panathinaikos (risas). Ella es una mujer muy amable, es una gran influencia para Kostas y le encanta ahora Panathinaikos. Fue una decisión muy importante. Me dijo: ‘Entrenador, he tenido el coraje de tomar esta decisión por ti’. Y lo hizo y es algo muy importante para mí. Creo en él y él cree en mí. No sólo por su manera de jugar. No por haber ganado ahora. Le respeto porque es un profesional increíble. Tiene un aura especial en el vestuario y mucha influencia sobre el resto.

¿Y cómo es trabajar con un presidente tan particular como Giannakopoulos?

Me gusta mucho. Se dice que es una persona complicada con la que trabajar, pero tenemos un gran feeling desde el primer. Es una persona muy importante, pero a mí no me importa eso. Yo también soy una persona importante. Yo le respeto, él me respeta. Y es muy apasionado. Me gusta la gente con pasión por lo que hace. Para mí es importante estar a gusto no sólo dentro de la pista, también fuera. Todos esos detalles cuentan y siento el apoyo de mi jefe: ‘No te preocupes, estoy aquí. Estamos juntos en esto’.

Hablando de sentimientos, ¿sentía que todo el mundo daba como favorito al Real Madrid?

El Madrid, tras la liga regular y las eliminatorias era favorito. Tenían a Campazzo, Tavares, Hezonja, Yabusele... Pero no me daba miedo. En las horas entre la semifinal y la final vi cuatro o cinco partidos en los que el Madrid había perdido. Eran los campeones, sí, pero no eran invencibles. Simplemente había que conseguir darles confianza a los chicos. Mi hijo Sarp (13 años, un miembro muy especial del cuerpo técnico de Ergin) me decía que podíamos ganar al Real Madrid, porque somos un equipo galáctico. Es muy importante que los que te rodean confíen en ti y mi hijo me da mucha energía. Antes del partido, el Madrid era el favorito. Y sinceramente, estaba un poco asustado después del primer cuarto (risas). ‘¡Dios mío, si seguimos así vamos a perder de 30 o 40!’ (ríe de nuevo). Pero hice alguna rotación y alguna modificación, Tavares se puso con dos faltas... Es un jugador que da miedo. Es muy difícil jugar contra él. Y Campazzo también tuvo problemas de faltas. Sin Campazzo y Tavares, el Real Madrid es un equipo normal. Cuando están en la pista es muy complicado ganarles, pero si les puedes sacar del partido puedes superar al Madrid.

Chus Mateo comentó que el arbitraje fue “confuso”. ¿Cree que fue decisivo en la remontada de su equipo?

(Sonríe) Mateo es un tipo muy inteligente. Utilizó la palabra ‘confuso’, si soy yo digo otra cosa y me castigan (ríe). Ahora en serio. En la final, quizá hubo alguna decisión que no fue correcta, pero los árbitros trataron de hacerlo lo mejor posible. Quizá alguna decisión fue errónea contra ellos, quizá un 60-40... Respeto mucho los comentarios de los entrenadores después de los partidos. No se puede ser como la policía y que nadie pueda decir nada, como ocurre en el fútbol. Pero no creo que los árbitros lo hicieran mal en la final. Pienso que trataron de hacerlo lo mejor posible. Aunque respeto que Mateo piense así.

Hábleme de la charla del descanso. ¿Entendía que lo más complicado lo habían hecho en el segundo cuarto?

Antes del partido, durante el partido, durante los tiempos muertos... Nunca hablo del resultado. Siempre analizo el momentum. No suelo decir nada especial. Bueno, en el primer cuarto, después de recibir 22 puntos en 5 minutos, sí que dije algo diferente. Para despertarnos. Pero después no me enfoqué en el resultado. Es muy complicado ganar al Real Madrid. Tienen un talento ofensivo enorme. Y lo principal era analizar algunas posiciones defensivas. En el descanso les dije que en el primer cuarto no estuvimos bien, pero que en cuanto recuperamos nuestra identidad defensiva, nuestra agresividad, el momentum del partido cambió por completo. ‘Sigamos así’. Empezamos sin Nunn tras el descanso porque tenía tres faltas y pusimos a Sloukas. Para meter más presión sobre la bola. Ya te digo, nada especial en los tiempos muertos, sólo analizar el momento. Tampoco antes del partido, quizá ese sea mi secreto. Trato de hacer ver a los chicos que es un partido más. ‘Jugad como en un partido normal de temporada regular’. Mucha gente dice que no puede dormir... Pues yo me puedo echar una siesta, sin problema, antes de los partidos. Sin problema. Lessort falló muchos tiros libres durante la temporada regular y el playoff, y en la final los metió. Es algo psicológico. El Real Madrid estaba más presionado y a nosotros no nos importaba no ser los favoritos. Y puse un poco de presión en Mateo cuando dijo que quería ganar dos veces consecutivas. Le dije que no, que yo soy el único que logra algo así (risas).

“Presioné un poco a Mateo, le dije que yo soy el único que gana dos veces consecutivas”

Ergin Ataman

En esa remontada, Juancho resultó fundamental. No ha sido una temporada sencilla del español, pero confió en él.

Es cierto que no Juancho no ha completado una gran temporada, pero ha tenido ciertos momentos donde ha hecho grandes actuaciones. Es un chico excelente, aunque, en ocasiones, no está centrado totalmente en el partido. Es algo común en algunos jugadores NBA. Pero tenía claro que en determinados contextos, Juancho podía aportarnos mucho. Con su agresividad, con su mentalidad en la cancha. Y además, él ganó el Europeo con España en Berlín. ¡Y fue el MVP! Todo este tipo de cosas suman. Él ya sabía lo que era ganar un partido importante en Berlín, ya tenía ese feeling. En los últimos meses no ha estado bien de salud, estuvo enfermo e incluso se quedó una semana en el hospital en Madrid. Ha tenido muchos problemas esta temporada, pero creo en él. Y en lo personal es una persona increíble. De verdad. Es amigo de mi hijo Sarp. Le respeto mucho y si a veces no le respeto tanto en la pista es porque no está completamente centrado. Ese es su problema.

Juancho Hernangómez celebra la Euroliga con sus compañeros.Fabrizio BenschREUTERS

Le da mucha importante a esos pequeños detalles: Juancho siendo MVP en Berlín, Mateo diciendo que quería ganar dos veces consecutivas...

Yo soy así. Mucha gente dice que me gusta el show y algunos me odian por mi carácter, pero yo soy así. Este es Ergin Ataman. Disfruto mucho con este trabajo y digo lo que pienso. En la rueda de prensa de la final hice bromas, porque me gusta hablar así. Todo el mundo hace ruedas de prensa políticamente correctas. Yo no soy un político (ríe). Yo disfruto del baloncesto y para mí esos pequeños detalles son importantes. Por eso lo digo.

“Juancho ha tenido muchos problemas esta temporada, pero creo en él”

Ergin Ataman

Entonces, dígame, ¿cómo es Ergin Ataman?

Fuera de la cancha soy muy calmado, relajado. Ya lo ves (sonríe). Me gusta pasear por la calle, ir a la playa... Soy un hombre muy sencillo. Por fuera entiendo que puede parecer otra cosa. Pero yo no me siento así. Hablo con todo el mundo. No voy por ahí en un Lamborgini o un Ferrari. Tengo un hijo y dos hijas. Soy una persona normal. Me gusta mucho nadar. Lo hago durante el invierno también, una vez a la semana. Y me gusta mucho la playa. Para nadar, relajarme y meditar. No soy muy de ir a restaurantes y ese tipo de planes.

También bromeó con aquello de que su sueño de niño era enfrentarse al Madrid como entrenador de fútbol. ¿De dónde le viene esa afición por los blancos?

Soy un gran seguidor de fútbol. Soy hincha del Galatasaray. Soy socio. Me gusta mucho el fútbol. Y esto que te voy a decir no es una broma: cuando termine mi carrera en los banquillos, me presentaré a presidente del Galatasaray. Hay gente importante que quiere que lo haga. Hace unos años, cuando dirigía al Galatasaray de baloncesto, el presidente Aysal me preguntó si podía ser también el entrenador del equipo de fútbol, que en aquella época tenía a jugadores como Drogba. Y le dije: ‘Señor presidente, yo puedo manejar a los jugadores, pero tendría que estudiar, prepararme, sacarme la licencia...’. Me dijo que lo pensara. Yo tuve claro que no era algo realista, pero así fue. Si hubiera tenido en el fútbol el mismo éxito que en el baloncesto no estaría hablando contigo desde la playa, tendría alguno de aquellos barcos que ves allí (señala unos yates y ríe a carcajadas).

“Cuando me retire me presentaré a presidente del Galatasaray de fútbol”

Ergin Ataman

Y en lo referente al Madrid. Siempre lo he seguido. Ronaldo, Zidane... Es un equipo diferente para mí. Es más que muchos. Para mí, en el fútbol están Real Madrid y Barcelona y luego el resto. Hace tres o cuatro años, cada vez que íbamos a jugar a Madrid llevaba a mi hijo a ver un partido al Santiago Bernabéu. Le tengo mucho respeto al Madrid como club, a Florentino Pérez. Son algo diferente. Para mí, es un honor enfrentarme a un equipo como el Madrid, al equipo del señor Florentino Pérez.

Y ahora, es la pesadilla del Madrid... de baloncesto.

Lo siento (ríe). Con el Efes ganamos y ahora ganamos otra vez...

“Es un honor enfrentarme al equipo de Florentino Pérez”

Ergin Ataman

¿Cree que empieza una nueva dinastía con Panathinaikos después de tantos años de travesía por el desierto?

No lo sé. Tengo sólo un año más de contrato aquí, pero estoy muy feliz. Ahora en este tipo de clubes, todo el mundo va a querer más. Van a querer ganar de nuevo la Euroliga. Yo tengo esa experiencia y otros quizá no (sonríe). Para mí, lo más importante es que hay mucho respeto. Yo simplemente quiero vivir el momento.

Aunque pronto llegará el mercado... ¿Otra revolución o tras ganar la Euroliga afrontarán un verano más calmado?

Antes de la Final Four venía Sani Becirovic para preguntar qué podemos hacer, qué fichajes habría que mirar... Y yo le decía, ‘stop’. No quiero pensar en traspasos ahora. Ahora hay que ir a la Final Four, a ganar la semifinal y luego el título. Después de la final le pedí unos días más. En realidad estamos tranquilos, porque todos los jugadores, excepto uno o dos, tienen contrato. Quizá hagamos un par de fichajes, porque no quiero que se rompa la química que hemos conseguido.

El verano pasado trataron de fichar a Willy...

Creo que Willy aún tiene otro año de contrato con el Barça. Balcerowski creo que ya ha firmado con el Unicaja, eso he leído, no lo sé. Willy es un buen chico y por supuesto que iremos al mercado a reemplazar a Balcerowski. Pero no es un nombre que me haya mencionado Becirovic, quizá porque tiene contrato. Claro que me gusta, pero no es momento para pensar en ello ahora mismo.

Y respecto a la selección, será duro no poder estar en los Juegos. ¿Qué futuro le augura a Turquía?

En el último Europeo perdimos en la fase de grupos en la última posesión contra España, que terminó ganando (69-72). Y en octavos caímos en un partido loco ante Francia (86-87 para los franceses en la prórroga). Fue quizá la peor derrota de mi carrera. Fue una derrota inexplicable... Tenemos cinco jugadores en la NBA: Alperen Sengun, Cedi Osman, Korkmaz... Y con los resultados del último Europeo, creo que si manejamos bien a nuestros NBA, seremos candidatos a la medalla de oro en el próximo Eurobasket. Ese es mi sueño. Es lo único en lo que no he tenido éxito en mi carrera. Pero primero tenemos que clasificarnos. Si lo conseguimos y logramos que todos los NBA vengan al Eurobasket de 2025, el objetivo de Ergin Ataman es ganar el título. Pero necesito que los jugadores NBA tengan el mismo compromiso. Porque, ya sabes, en ocasiones están cansados después de la temporada. Esa será la clave. Aunque es importante tener grandes jugadores, pero también manejarlos bien. Mucha gente decía que por qué yo no había sido el ‘entrenador del año’ en la Euroliga después de llevar al equipo de la 17ª a la segunda posición, pero Mateo hizo un trabajo sensacional. Consiguió manejar bien a todas sus estrellas y ganó la liga regular.

“En mi país algunos me consideran un héroe”

Ergin Ataman

Para terminar, ¿qué le diría al Ergin Ataman que llegó a su primera Final Four en el 2000?

Fue mi primera experiencia, fue como un sueño. Había sido asistente y siempre había sido mi sueño. Para un entrenador español, italiano, es algo normal. Pero para un entrenador turco no lo es. Por eso, en mi país algunos me consideran un héroe. Por eso, estar en el año 2000 en esa Final Four fue un sueño.

Ergin Ataman celebra su paso a la final de la Euroliga tras ganar a Fenerbahçe.Fabrizio BenschREUTERS

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