Facu Campazzo y Ricky Rubio, del pique a la competencia

Ahora sí se puede decir que ha vuelto. Llevaba trece años sin disputar un Clásico, pero esto es como ir en bicicleta para Ricky Rubio. El base del Barça, después de su etapa en la NBA, se mostró decisivo en la victoria de este domingo en el Palau frente al Real Madrid. Día clave en la fase regular de la Liga Endesa, ya que los culés forzaron la pérdida del liderato que tenían los merengues en favor de un Unicaja de Málaga que pica piedra y encuentra tesoro. Con Ricky y sólo con Ricky se podrá explicar el éxito de ese primer año de Grimau si el equipo termina levantando algún título.

El de El Masnou fue un puntal del Barcelona ante el Madrid. 20 minutos de juego, por lo que se demuestra que ha ganado ritmo tras tantos meses sin competir en su parón para cuidar la salud mental, con los siguientes datos: 11 puntos más 2 rebotes, 4 robos y 4 asistencias. Los de Mateo le flotaron por fuera para que lanzara (terminó con 1/5 en triples) y, aun así, el control que ejerció de los todopoderosos del Real es digno de mención y elogio.

Rubio fue uno de los dos jugadores que rompieron el partido de inicio, acumulando una ventaja suficiente que dio colchón al Barcelona para jugar con ella en este superlativo duelo de la ACB. El otro es Laprovittola. Ésa es una noticia todavía mejor. Porque en el sonado fichaje de Ricky este invierno se debatía de qué forma podría encajar en el esquema de los técnicos con tanto base en plantilla. Jokubaitis apenas jugó seis minutos y dio un buen relevo. Satoransky estuvo algo más gris. Pero la unión de los dos titulares en el juego exterior será garantía de sus candidaturas.

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En el embrollo se encuentra el Real Madrid, que no sólo es el rival sentimental sino el que más opciones tiene de ser el deportivo. Primero en la Euroliga. Segundo en la Liga. Vienen de jugarse la Copa y la Supercopa. Pocas dudas existen sobre ello.

Chus Mateo y sus ayudantes deberán encontrar ahora antídoto por si los dos transatlánticos vuelven a chocar. Con el +21 que firmó Ricky se mostró como una amenaza que se añade al arsenal del Barça. Y lo necesitan. El Madrid le echó de la Euroliga los últimos dos años, aunque fuera en plena Final Four. El Madrid le ha ganado tres de los últimos cuatro torneos en juego, la excepción fue la última Liga Endesa. En el equipo de Grimau, de menor presupuesto que otros años pero con el mismo hambre por derrocar a su archienemigo, talento como el de Rubio es siempre bienvenido.

En tal ecosistema en el que se ha introducido se deberá ver si esta actuación responde a una mala gestión momentánea del Madrid o si, por el contrario, el Barça ha encontrado a la competencia ideal para los bases rivales. Pronto se descubrirá.

Facu y Ricky, enemigos íntimos

Con la tiranía que está ejerciendo el Madrid allá donde va esta temporada se muestra como clave Facu Campazzo. Fue la incorporación estelar del último verano. El que ha recargado las baterías de juego y ganas. Por ello era importante en el Barça que alguien se supiera oponer a él. Si se tienen gato ellos son los que lo podrán decir, pero saltan chispas cuando la maquinaria está a todo meter. En la corta etapa de Facu en la NBA tuvieron un agrio enfrentamiento en un Nuggets-Cavaliers por lo que el español consideró una acción mal medida a su rodilla. Ahí se vieron las costuras de los dos. En el subconsciente del argentino estaba el Mundial de 2019 en el que España triunfó contra la albiceleste, que cayó con suficiencia en la final, y con Rubio recibiendo el MVP del torneo de manos del malogrado Kobe Bryant. Son dos jugones que trasladan ahora este pique a Europa.

Rudy y Ricky, pura nostalgia

En este retorno del Ricky a la ACB para medirse con el Madrid hay un jugador al que vuelve a enfrentarse y con el que tiene una unión más allá de la lógica. Rudy Fernández, poniéndole más nostalgia al duelo al anunciar hace escasos días que dejará el club madridista al finalizar la temporada, estaba enfrente. Y por primera vez en la historia. Se pudieron ver las caras en la NBA, al llegar el catalán en la temporada 2011/12 y abandonarla el balear en esa misma, pero en ninguno de los cuatro partidos entre sus equipos (Timberwolves y Nuggets) llegaron a coincidir. Con la Selección Española a un lado, porque en ella son compañeros, la historia entre ellos dos se remonta al Joventut de Badalona. Dos canteranos de la Penya que se llevaron tres títulos como botín para el recuerdo entre 2005 y 2008: una Copa, una EuroCup y una extinta EuroChallenge.

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