Baloncesto ACB | Presente y futuro
Rudy-Ricky, el dúo mágico que deslumbra en la Penya
Uno aspira a ser máximo anotador y el otro es la revelación
Hace unos años apareció un eslogan con la palabra JASP: Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados. Esta podría ser la mejor definición para los dos nuevos diamantes del baloncesto español: Rudy Fernández (Palma, 1985) y Ricky Rubio (El Masnou, 1990); sin duda alguna el presente y el futuro de nuestro baloncesto.
Formados en el DKV Joventut, han tenido en Aíto García Reneses su protector. Hizo debutar a Rudy en la ACB a los tres días de cumplir 17 años y a Ricky cuando le faltaban siete para cumplir los quince, siendo el jugador más joven en hacerlo en la historia del baloncesto español. Desde entonces su progresión está siendo extraordinaria y asombran tanto en la Liga española como en la Euroliga.
La carrera meteórica de Rudy tuvo su máxima expresión con la medalla de oro en el Mundial de Japón, después de que en junio aplazase un año su viaje a la NBA. "Era lo que prometí a la gente de Badalona. Íbamos a jugar la Euroliga esta temporada y no quise renunciar a la posibilidad de medirme contra los mejores de Europa con el club de toda mi vida", señala el escolta verdinegro.
La temporada de Rudy está siendo espectacular. Es segundo en anotación de la Liga ACB con una media de 15,9 puntos por partido, superando en una décima a otro crack español, Juan Carlos Navarro (15,8) y ambos pugnan por convertirse en el mejor cañonero de la Liga ACB, algo que no ha conseguido un jugador español desde la temporada 1972-73 en la que el gallego Alfredo Pérez, cuando militaba en el Breogán, promedió 23,2 puntos por encuentro.
Los puntos de Rudy.
En este aspecto, Rudy también es muy claro: "Nunca cuento los puntos que anoto. Procuro aportar lo máximo para que mi equipo gane. Me siento satisfecho por los puntos, pero esto no es lo primordial para mí".
Lo de Ricky es tanto o más espectacular. Ha crecido viendo jugar a Rudy con el primer equipo en un entorno familiar parecido y tiene a su hermano Marc, que fue hasta su propio debut el jugador más joven en la ACB, en la cantera.
Está aprovechando cada minuto que le ofrece Aíto. "Es el mejor jugador que jamás he entrenado", dice de él. Metió 51 puntos ante Rusia en la final del Europeo cadete. Protegido por su club, en octubre firmó su primer contrato profesional hasta 2011. Ya le apodan araña por su facilidad en recuperar balones. En su primer año ya es líder en la ACB (2,4 por partido) y en la Euroliga (4,3). Pero él no le da importancia: "Los números son lo que menos importa, ahora sólo quiero aprender y aprovechar las oportunidades que me den".