El Barça solventa la papeleta

Necesita el Barça rodaje, jugar partidos y adaptarse a las nuevas ideas. Por eso encuentros como el de Gran Canaria, aunque no brillantes, también suman. Los azulgranas ganaron apretando en el último cuarto un partido igualado, encajado entre dos duelos temibles de Euroliga, donde se encontraron a un rival al que le penalizaron los bajos porcentajes desde el triple. También la solidez del Barça al final. Jokubaitis, Parra y Willy dejaron su huella en un partido en el que solo Brussino, por parte de los locales, estuvo a un gran nivel.

Los encuentros entre semana de Barça y Gran Canaria pesaron en el inicio. No tanto en el ritmo justo al salir de vestuarios, pero sí en las pérdidas de ambos. Poca precisión, poca claridad y demasiadas bolas regaladas al rival. Gran Canaria tapó bien a los exteriores pero eso no fue suficiente contra el Barça: Vesely y Da Silva metieron de tres. Con Shurna como único referente ofensivo de los locales, los azulgranas cogieron una pequeña ventaja (7-14) gracias también a los buenos minutos de Parra.

Los problemas para el Barça arrancaron con la segunda unidad y aumentaron con una relajación defensiva impropia de un equipo que aspira a todo. Con un parcial de 7-0 Gran Canaria empató el partido, controló el rebote y atacó al Barça en la pintura. Porque la defensa azulgrana fue especialmente débil por dentro, siendo esta la mejor arma de los canarios. Sin capacidad de anotar de tres, son unos de los peores equipos de la competición, abusaron de un errático Willy por dentro (22-24).

El gran argumento de Gran Canaria antes del descanso, paradójicamente, fueron los triples. Los que no habían entrado al inicio (1 de 10) sumados a un mejor ritmo de partido. Estaban claramente más cómodos sobre el parqué. Con Brussino muy entonado (12 puntos en el segundo cuarto) siguieron metiendo manos en defensa. Y lógicamente se pusieron por delante (37-32).

El Barça agradeció el mejor momento de Willy, que empezó a aportar mucho más en todos los aspectos, pero también la visión de Laprovittola. Los azulgranas redujeron la distancia a una posesión en un tercer cuarto igualado. La movilidad de Brizuela, y el acierto de Parra, fueron un problema para los locales que sin embargo también encontraron el camino al aro (64-63).

El final del partido, al igual que el resto, fue espeso. Más con el cansancio acumulado, pero el Barça consiguió abrir un hueco importante a cuatro del final (67-74). Los azulgranas fueron mucho más poderosos en el rebote, especialmente en ataque, generando unas segundas jugadas que valieron oro. La capacidad de Jokubaitis para leer el partido y los triples de Abrines dinamitaron el partido. La sensación fue que, cuando el Barça se puso las pilas, Gran Canaria no tuvo opción.

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