Higgins se viste de Jordan para meter al Barça en semifinales

Tras una resurrección incompleta en la Final Four de la Euroliga, Cory Higgins se alzó poderoso al final del partido para darle al Barcelona la segunda victoria de cuartos de final ante un bravo Gran Canaria (86-88). Con el tiempo cumplido tras salir el balón de sus manos, la canasta del norteamericano, bien defendido por Ennis, el héroe local, metió al campeón en semifinales, donde espera a Joventut o Lenovo Tenerife. Por su parte, el Granca cierra de manera cruel una temporada de vaivenes que, en cualquier caso, obliga a repensar, a todos los niveles, el equipo y el club que se necesita en la Isla.

Ni que fuera el colofón perfecto de una temporada excepcional, Khalifa Diop lideró el fecundo primer tiempo del Gran Canaria. Ocurre que el pivot senegalés, canterano del equipo insular, sumó nueve de los primeros 12 puntos de su equipo, que comandaba el marcador cuando Higgins entró en escena para desatascar el turbio ataque azulgrana. Davies, cada día más cerca de Milán, también quiso aparecer a tiempo en la fiesta, y con cuatro puntos seguidos mantenía al Barça por delante: 24-28.

Pese a que el Barça parecía recuperarse, el Granca afrontaba el partido sin apenas presión, lo que le hizo ser doblemente peligroso. Sin ataduras y con todo el orgullo del mundo, tuvo que ser de nuevo Khalifa Diop, 15 puntos y 3 rebotes en el primer tiempo, seco en el segundo, quien le diera de nuevo a su hueste la ventaja en el marcador: 29-28. No encontraba soluciones Jasikevicius, que se quejaba amargamente en el descanso de la deficiente defensa de su equipo.

Un triple de Brussino, sus primeros tres puntos del partido, le dio una ventaja de cierta consideración a la formación local, 42-36, lo que obligó a Saras a pedir tiempo muerto cuando todavía quedaba 1:40 para que llegara un descanso que su equipo afrontó sin apenas haber podido recortar le desventaja: 46-41.

Desde luego, le sentó el descanso mucho mejor al Gran Canaria. Rápidamente, gracias a Shurna, se puso 50-41, lo que obligó a Jasikevicius a parar el envite cuando apenas se habían disputado 79 segundos tras el receso. Entonces, cinco puntos de Mirotic y un triple de Calathes pusieron el marcador en un apenas un puño: 54-53. Se sentía más cómodo el Barça, y cuando el partido se abrió allí acudieron raudos Mirotic y Laprovittola. Sus respectivos triples le dieron ventaja al Barça, 60-63, que acabó este tercer periodo perdiendo 66-63 pero con la sensación de volver a tener el partido controlado.

Enrabietado, el equipo de Fisac salió con mucho impulso al comienzo del último cuarto, y una canasta que Stevic que supuso un inquietante 76-66 obligó a Jasikevicius a pedir un nuevo tiempo muerto. No le quedaba más opción, así que el Barça supo captar el mensaje de su entrenador. Liderado por Mirotic, el equipo azulgrana afrontó la agonía de los últimos segundos con todo a su favor. Así, un 2+1 de Laprovittola le puso 81-84, culminando así un parcial de 5-18 que resultó más que decisivo.

Ennis, tantos minutos sentado de manera poco comprensible tras su excelente partido, le dio toda la emoción y pasión posible al epílogo con un triple de videoteca a falta de cuatro segundos que empataba el partido. Sin embargo, ni que también fuera cosa hereditaria, Higgins, ahijado de Jordan, se vistió de superhéroe para, con la bocina sonando y el balón volando tras salir de su muñeca derecha, darle una agónica victoria al campeón y meterlo en semifinales. El Granca cayó con la cabeza bien alta.