Bamforth y Buva lideran al Bilbao en el paseo por Fuenlabrada
Llegó a tener un +22 y aunque los madrileños se pusieron a 11, dejaron sensación de estar aún muy verdes. Gran potencial ofensivo de los visitantes, con jóvenes descarados
En este amanecer de la ACB, casi todos los equipos andan aún con la hora cambiada. Muchas caras nuevas, un puñado de debutantes y los equipos a media cocción. En ese terreno, los partidos son una incógnita. Pues bien, la caja-sorpresa del Fernando Martín desveló que el Bilbao tiene uno de los mejores arsenales ofensivos de su historia, que le lleva a hacer 90 puntos con la gorra, y que el Fuenlabrada está muy verde. Ante estos primeros pasos por la liga regular, los líderes de cada vestuario son fundamentales para dar pasos seguros. Mumbrú y Hervelle lo entendieron, mientras que Popovic tuvo una matinal dolorosa. Además, el cinco croata Buva presentó sus credenciales en la competición y Bamforth fue pura delicia en el tiro. El primer protagonista del duelo fue el base belga Tabu, recibido con pitos en la presentación de equipos tras decir no a seguir al sur de Madrid y un tanto desdibujado en este primer envite, al igual que el joven base sueco Hakanson, llamado a ser el faro de este Fuenlabrada y que mostró detalles aunque le falta compenetración con sus compañeros.
El Dominion se propuso castigar a Diagne, leer mejor dónde estaba el peligro ajeno. Y con los críos en pista defendió a rabiar: Borg (dio mucha velocidad al juego), Lapornik, Todorovic, Nikolic y Buva. Tienen descaro los chavales, en parte favorecido desde el banquillo. Así es, esas alturas del debate, Duran ya dejó claro que su libreto difiere del de Sito Alonso: permite ciertas licencias a Todorovic, soltó sólo 11 minutos por la pista a Mumbrú en la primera parte para tenerle más descansado en la parte fundamental y aprovecha más un equipo largo (hizo las once rotaciones, ya que Mendia no se vistió por la lesión)
El equipo vizcaíno cerró el grifo de los unos contra unos desde fuera y sacó a Diagne de la cancha para darse un paseo absoluto. La sociedad Hervelle-Mumbrú disfrutaba viendo a los chavales divertirse en el patio de recreo del Fernando Martín y entablaron uno de esos 'alley-oops' para rematar el alero: 26-42. Por entonces, Buva exhibió su repertorio: utiliza los pies magistralmente, tiene mano para meter abierto (un triple suyo dio el 28-47), finta divinamente y ocupa los espacios con talento. Hay pocos en este equipo que hagan locuras, que traten de abarcar más que lo que su baloncesto les facilita.
La ventaja visitante se fue a los 22 puntos. Cabezas metió el susto para recortarla a 13, pero Salgado le dio réplica perfecta. Popovic estaba teniendo un día para hacerle preso en el banquillo. Con 1/9 en triples, no hacía más que ladear la cabeza. Pero entonces enchufó una canasta lejana, a falta de 4:44, para acortar el tema de nuevo hasta los 13. Y de ahí, al 73-84 de Hakanson a -2:44. ¿Estábamos ante la enésima paliza dilapidada por el Bilbao, como el año pasado? Bamforth contestó que no. A Jota Cuspinera te queda una ardua tarea aún. Su orquesta toca desafinada. El mexicano Paco Cruz hizo la rueda pero no jugó.