BILBAO 89 - BASKONIA 83

Bogris decide en la prórroga un derbi vibrante ante el Baskonia

Tercera derrota seguida de los vitorianos, a los que ya entran ciertas dudas. La fe del Bilbao le llevó a superar todos los obstáculos. Sito Alonso: “¡Esto es la leche!”.

Bilbao
ACB

El Bilbao, estrenando para la una nueva era en ACB la camiseta con mangas, se llevó un derbi colosal, pletórico, pleno de emoción, una demostración de que la fe mueve montañas. El Baskonia encadena tres derrotas seguidas (Tenerife, Efes y Dominion) y aunque parecía un aspirante a regresar a su pasado glorioso, en una semana ya le ha entrado la gripe. Tuvo el partido en la mano en dos ocasiones y especialmente con rebote defensivo de Tillie (se lo quitaron de la mano) y dos puntos arriba a 20 segundos para acabar, pero no supo cerrar el debate. Bogris aprovechó la decisiva eliminación de Bourousis a cinco segundos para los 40 minutos (con tres faltas en ataque en esos bloqueos que mete sacando el codo… ¿qué le pasa para este bajón?) para convertirse en el héroe con rebotes en ataque y un mate tipo Shawn James, ahora en el Olympiacos. “Se merecía Miribilla una victoria como ésta. ¡Esto es la hostia! El ambiente que ha habido la tensión., esto hay que disfrutarlo”, valoró Sito Alonso en plan bilbaíno. Su equipo se aferró a un clavo ardiendo, superó todas las adversidades (Hervelle tocado haciendo bici en una esquina, Raúl con la mano dolorida y todo tipo de avatares) y provocó 20 pérdidas del rival. Peras no estuvo muy iluminado con algunas decisiones y los bases del Laboral Kutxa lo mismo te dan que te arrebatan. De Causeur, al que pretende el Madrid, no hubo noticias.

Al estilo de la visita del Valencia, fue un pulso muy intenso, vibrante por momentos, aunque irregular. El picante de ver cerca a Todorovic y Shengelia, los que abrieron las hostilidades de la pelea el curso pasado, apenas se vio. Nada reprochable, excepto los exabruptos de parte de la grada baskonista a Mumbrú y ciertos improperios de Blazic. El cuatro georgiano trató de contener durante la matinal a Mumbrú y bastante faena tenía. Los dos equipos se afanaron en presionar la subida del balón y sobre todo el primer pase en ataque. De aquí que Adams se cargara con dos faltas en poco tiempo y Hannah se fuera a tres en el minuto 17. Aguantó con ellas una minutada. Tras la salida a cuchillo del Bilbao (muy diferente a lo que suele hacer en Europa), el Baskonia recompuso la figura y se fió de su defensa para correr y anotar cerca del aro o en bandejas. De aquí el 8/10 en tiros de dos que llevaba en el primer cuarto.

El derbi se caló la txapela en el segundo acto. Hanga puso un gorro espectacular a Begic (que le saca cuatro cabezas) y en la vuelta el esloveno abrochó un tiro de James; luego colocó otro a Bourousis. Hannah hizo la tercera falta con 28-31. Raúl tenía la mano lesionada tras lanzarse al suelo a por un balón unos minutos antes, sin impedir el triple de James (era la primera ventaja vitoriana: 18-20). El base de Vic fue atendido unos instantes y pudo volver a pista minutos más tarde, aunque empleó casi siempre la zurda; le tendrán que realizar pruebas.

Perasovic plantó una zona de mantequilla 1-3-1; fue el detonante para la lluvia de triples local. En el 37- 36, a falta de tres minutos para el parón largo, empaquetó el Dominion cinco canastas triples seguidas con un solo fallo por medio: dos de Bertans, desacertado hasta entonces, y tres de Mumbrú , que facturaba 17 puntos de los 37 de su equipo. Y eso que el colegiado Aliaga asumió mucho protagonismo, con decisiones un tanto extrañas. El ritmo del Baskonia iba creciendo y el Bilbao, con su rotación más justa (durante la primera parte sólo anotaron cinco jugadores) empezaba a sacar la lengua. A los tres minutos de la reanudación, Adams movió la coctelera porque sabía que Hannah estaba apretado por sus tres faltas y metió dos triples que rompieron la igualdad: 39-47, a -16:33. Hubo tiempo muerto y después corrió un contraataque para dejar una ‘bomba’ y ampliarlo: 39-49.

El Bilbao estaba bloqueado en ataque. Cuando Mumbrú perdió su porcentaje galáctico desde el arco, el equipo se metió en una sombra. Retomó el discurso Hannah con un triple: 45-49, y enchufó al propio Alex, que anotó su primera canasta en el minuto 8 del tercer cuarto: 49-51. Luego empató Clevin y se enredó Todorovic en un ataque que podía servir para poner al Dominion por arriba. En ese equilibrio restablecido, el talento de algunos jugadores baskonistas sirvió para pegar otro arreón: Hanga metió un triplazo en el último segundo del tercer acto (52-57) y Blazic le imitó con una cesta desde ocho metros con la mano de Bertans delante en final de posesión: ante 54-62. Como el orgullo de la tropa de Sito Alonso es infinito, volvieron donde parecía que nadie les había llamado, con un 8-0: 62-62 (-3:24).

Esa parte anunciaba un final espectacular, con mucho que decir por parte de los tiros libres. Erró dos Mumbrú, algo impropio de él. Bogris cogió el rebote en el segundo y empató. Luego fallaron uno Adams, que parecía .decisivo, pero es que acto seguido le secundó Hannah. Tras un tiempo muerto y contrarreplica con otro en el bando contrario en plena guerra de nervios, el equipo de Peras disponía de cinco segundos para ganar, pero no acertaron ni Hanga ni Tillie. En la prórroga, ración de pasión suplementaria. Y Bogris en plan héroe, con Miribilla coreando su nombre. Espectáculo puro.

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