El hombre que fue obligado a compartir 50.250 euros de la Lotería de Navidad: había una firma en el reverso
Ganó 125.000 euros de premio, pero el Supremo le obligó a darle una parte a un amigo tras demostrar que compraron el décimo de forma conjunta.
Nunca se sabe qué puede pasar con la Lotería de Navidad. Cada fin de año, el Sorteo Extraordinario nos regala historias increíbles y cientos de imágenes de esas que añaden un poco de magia y emoción a la época navideña. Sin embargo, también hay casos en los que la Lotería ha sido escenario de estafas y disputas entre amigos.
Un buen ejemplo de esto último es lo ocurrido en 2022, cuando la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) obligó a un ganador de la Lotería Nacional a compartir con un amigo un premio de 125.000 euros ganado en 2013.
Condenado a dar 50.250 euros a su amigo
Nueve años después de cobrar el premio, el Supremo ratificó la sentencia de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife en la que acusaban al autor de delito de apropiación indebida al dueño del boleto. El protagonista de esta historia intentó cobrar todo el premio de una participación que había comprado con un amigo.
El acusado fue condenado a un año y medio de cárcel y se le obligó a pagar 50.250 euros al denunciante, es decir, al amigo con el que había adquirido el boleto conjuntamente. Tras la sentencia, a esa cantidad se le añadieron los intereses a contar.
¿Cómo ocurrió?
Ambos tribunales demostraron que entre el 7 y el 11 de diciembre de 2013, ambos compraron el décimo en una gasolinera de la localidad tinerfeña de San Isidro. Y, aunque el acusado se quedó la participación, su compañero firmó el reverso de la misma con un bolígrafo que le prestaron los trabajadores del establecimiento.
Sin embargo, tras celebrarse el Sorteo y descubrir que su boleto había sido uno de los agraciados, el acusado procedió a cobrar el total del premio en una sucursal de Arona sin respetar el acuerdo verbal entre él y su compañero. El valor del premio ascendió a los 125.000 euros, que se quedaron en 100.500 euros una vez se le descontaron los 24.500 en impuestos estatales.
Así le descubrieron
Desde el momento en el que cobró el premio, el acusado se negó a compartirlo, por lo que el compañero optó por denunciarlo. A su testimonio, que fue una de las principales pruebas del proceso, se le sumaron las palabras de dos testigos clave: el hombre y la mujer que trabajaban en la gasolinera en la que adquirieron el décimo. Los dos recordaban a ambos amigos y cómo, después de haber conseguido algo de dinero en la máquina tragaperras del establecimiento, decidieron reinvertir lo ganado en el décimo.
La única contradicción que surgió en la declaración de los dos trabajadores a lo largo del proceso radicó en quién de los dos había pedido el bolígrafo para firmar el reverso del décimo. Sin embargo, se le ha restado importancia a este hecho, dado el tiempo que ha transcurrido desde entonces. Además, es posible que ambos lo solicitaran.
En cualquier caso, la firma en el décimo es otra de las claves que permitió sostener que los dos amigos compraron el boleto de forma conjunta. El acusado aseguró que el denunciante firmó sin su consentimiento, pero la Sala consdieró que se trataba de “elucubraciones” y decretó que fue firmada en su día por el estafado para dejar constancia de su participación en la compra del décimo.
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