CONFLICTO RUSIA-UCRANIA

El archipiélago de Svalbard, el “talón de aquiles” de la OTAN

Las aguas que rodean las islas son rusas y el archipiélago noruego, lo que se podría convertir en un problema para la Alianza Atlántica.

Adriana Rivera

En medio del Mar Glacial Ártico, con el doble de superficie que Bélgica, se encuentra el archipiélago de Svalbard. Pertenece al Reino de Noruega, sin embargo, las aguas que lo rodean pertenecen a Rusia desde un tratado firmado en 1920 con el que consiguió acceso a los recursos de dichas aguas.

El archipiélago está formado por un grupo de islas, aunque solamente tres de ellas están habitadas: Spitsbergen, isla del Oso y Hopen. Además, para moverse entre las islas e incluso dentro de ellas, hay que hacerlo en barco, avión, helicóptero o motonieve ya que no cuenta con una red de carreteras.

En todo Svalbard solamente viven 3.000 personas, con la peculiaridad de que la gran mayoría son rusos y que cuenta con más de 40 nacionalidades. La mayor población es Longyearbyen, un sitio en donde se pueden encontrar especies emblemáticas del Ártico como la beluga, el oso polar y la morsa. Sin embargo, Svalbard es conocido por albergar el Banco Mundial de Semillas, concretamente en la isla de Spitsbergen, muy cerca de Longyearbyen.

Banco Mundial de Semillas en Svalbard

¿Por qué puede ser un punto débil para la OTAN?

A pesar de que la zona terrestre pertenece a Noruega, país miembro de la OTAN, las aguas que rodean el archipiélago pertenecen a Rusia. Hasta aquí no habría problema en esta característica situación. Sin embargo, el bloqueo a la entrega de bienes a Svalbard por parte de Noruega ha avivado la llama en la zona.

Rusia ha protestado por la “inaceptable situación” derivada por el bloqueo por parte de las autoridades noruegas. Esto ha provocado que Rusia convocase el miércoles a la encargada de negocios de Noruega en Moscú para protestar por las “restricciones” que están sufriendo en el archipiélago. Además, aseguras que Oslo ha bloqueado también el paso de “bienes críticos” para el funcionamiento del consulado ruso en Svalbard.

Rusia lleva desde 1920 extrayendo carbón de las islas habitadas del archipiélago, lo que ha llevado al Kremlin a acusar a Noruega de bloquear el tránsito de mercancías, concretamente de cerca de 20 toneladas, entre ellas siete de productos alimentarios y el resto de piezas de recambio y equipamientos esenciales para el invierno. Aseguran que Oslo está llevando a cabo esta medida en aplicación a las restricciones europeas por su ofensiva en Ucrania.

Una acción como la de Lituania en Kaliningrado

Vistos los acontecimientos, estaríamos ante una situación parecida a la de Lituania con Kaliningrado, ese territorio perteneciente a Rusia que se encuentra entre la frontera de Lituania y Polonia, pero separado de las fronteras de Putin. Moscú ha amenazado a Lituania por el bloqueo y por restringir el tránsito ferroviario a través de su territorio.

Esta amenaza se podría repetir con Svalbard y Noruega. La única diferencia es que antes de que estallase el conflicto en Ucrania, Rusia ya había mostrado que quería tener la voz en la gestión de Svalbard. Ya lo hicieron en la Segunda Guerra Mundial y, desde entonces, Rusia acusa de manera regular a Noruega de violar alguna disposición del tratado.

Así que, como ha escrito James Wither, profesor del Centro Europeo de Estudios de Seguridad George C. Marshall, puede ser corrector llamar a Svalbard el “talón de Aquiles de la OTAN en el Ártico” porque su “lejanía de Noruega continental y su estatus jurídico particular lo hacen política y militarmente vulnerable al aventurismo ruso”. En su opinión, una confrontación militar directa sería poco probable, pero Rusia podría utilizar esta zona para neutralizar a la Alianza Atlántica.

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