La 'bóveda del fin del mundo' abre sus puertas
Ubicado en la isla de Spitsbergen (Noruega), es un depósito donde se guarda un ejemplar de cada semilla existente para ser replicada en caso de catástrofe. Abre pocas veces al año.
El Banco Mundial de Semillas, ubicado en la isla de Spitsbergen (Noruega), se creó en 2008 para almacenar semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo. Su objetivo es preservar un ejemplar de cada una de las semillas existentes en todo mundo para ser replicada en caso de desaparición a causa de catástrofes naturales o conflictos bélicos.
La conocida como 'bóveda del fin del mundo' ha sido noticia después de que el Gobierno noruego informase, el pasado lunes, de que han recibido 22.000 nuevos ejemplares, provenientes de diferentes países. Actualmente, el banco cuenta con 1.125.419 de semillas, con 5.481 especies y 89 bancos de genes, según indica la página web de la organización.
¿Cuándo abre sus puertas?
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es propiedad de Noruega y el servicio de resguardo es gratuito. Sin embargo, las semillas son propiedad del banco genético que las depositó allí.
El edificio abre sus puertas en contadas ocasiones para reducir al mínimo la exposición de sus bancos de semillas al mundo exterior. Se prevé que el banco vuelva a abrir en junio y en octubre.
Las autoridades noruegas señalaron que en esta ocasión, los bancos de genes de Sudán, Uganda, Nueva Zelanda, Australia, Alemania y el Líbano colocaron varios tipos de muestras (mijo, sorgo y trigo), para renovar sus colecciones.
El Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas, que ya realizó tres retiradas de semillas en los años 2015, 2017 y 2019 (Siria, Líbano y Marruecos), traerá alrededor de 8.000 nuevas semillas.
¿Es necesario un Banco Mundial de Semillas?
Toda precaución siempre es poca. Y más tras la advertencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que recuerda que cerca del 40% de nuestras calorías provienen del maíz, el trigo y el arroz. Por lo tanto, si las cosechas se ven afectadas por el cambio climático, el suministro de alimentos también se vería dañado.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, Anne Beathe Tvinnereim, defendió este gran almacén y aseguró que: "El hecho de que la colección de semillas destruidas en Siria durante la guerra civil se haya reconstruido sistemáticamente demuestra que la bóveda funciona como un seguro para el suministro actual y futuro de alimentos y para la seguridad alimentaria local".