Desvelan el posible origen de los nativos americanos
Los datos publicados en la revista ‘Current Biology’ exhiben que el misterioso homínido pertenecía a una rama materna extinta de los humanos modernos.
Gracias a los datos publicados por investigadores en la revista ‘Current Biology’, se ha podido vislumbrar que, por primera vez, estos han logrado secuenciar el genoma de antiguos fósiles humanos del Pleistoceno tardío en el sur de China. Estos datos sugieren que el misterioso homínido pertenecía a una rama materna extinta de los humanos modernos que podría haber contribuido al origen de los nativos americanos.
“La técnica del ADN antiguo es una herramienta realmente poderosa. Nos dice de forma bastante definitiva que los habitantes de la Cueva del Ciervo Rojo eran humanos modernos en lugar de una especie arcaica, como los neandertales o los denisovanos, a pesar de sus inusuales rasgos morfológicos”, manifiesta Bing Su, del Instituto de Zoología de Kunming, perteneciente a la Academia China de Ciencias.
Comparación del genoma de estos fósiles
Estos investigadores realizaron una comparación del genoma de estos fósiles con el de personas de todo el mundo. Por ello, descubrieron que los huesos pertenecían a un individuo estrechamente unido a la ascendencia de los nativos americanos de Asia oriental.
De la misma manera, los investigadores se ayudaron de los datos de investigaciones anteriores. Este hallazgo incitó al equipo a proponer que algunos de los pueblos del sur de Asia Oriental habían viajado de manera habitual hacia el norte a lo largo de la costa de la actual China oriental a través de Japón y llegaron a Siberia hace decenas de miles de años.
El camino se inició hace más de tres décadas
Más tarde, cruzaron el estrecho de Bering, entre los continentes de América del Norte y Asia, y se postularon como el primer pueblo que llegó al Nuevo Mundo. El viaje hacia este descubrimiento se inició hace más de tres décadas, cuando un grupo de arqueólogos de China descubrió un gran conjunto de huesos en la cueva de Maludong, o del Ciervo Rojo, en la provincia de Yunnan.
La datación por carbono demostró que los fósiles eran del Pleistoceno tardío, hace unos 14.000 años, un periodo de tiempo en el que los humanos habían emigrado a muchas partes del mundo. En la cueva, los investigadores recuperaron un cráneo de homínido con peculiaridades y rasgos tanto de los humanos modernos como de los arcaicos.
En 2018, en colaboración con Xueping Ji, extrajeron con éxito ADN antiguo del cráneo. La secuenciación genómica muestra que el homínido pertenecía a un linaje materno extinto de un grupo de humanos modernos cuyos descendientes supervivientes se encuentran ahora en Asia oriental, la península de Indochina y las Islas del sudeste asiático.
Retos futuros
El hallazgo también demuestra que, durante el Pleistoceno tardío, los homínidos que vivían en el sur de Asia oriental tenían una rica diversidad genética y morfológica. Ahora el equipo planea secuenciar más ADN humano antiguo utilizando fósiles del sur de Asia oriental, especialmente los anteriores a los habitantes de la Cueva del Ciervo Rojo.
“Estos datos no sólo nos ayudarán a trazar una imagen más completa de cómo emigraron nuestros antepasados, sino que también contendrán información importante sobre cómo los humanos cambian su aspecto físico adaptándose a los entornos locales a lo largo del tiempo, como las variaciones en el color de la piel en respuesta a los cambios en la exposición a la luz solar”, finaliza Su.