Wanda Nara rompe a llorar en pleno tratamiento contra la leucemia: “No tengo fuerzas”

Wanda Nara continúa en Italia donde está participando con éxito en ‘Bailando con las estrellas’ siendo una de las grandes favoritas para ganar la edición de este popular concurso de baile. Allí ha vuelto a abrirse en canal hasta llorar desconsoladamente al hablar del duro momento por el que está pasando entre la presión de la competición, el estar lejos de su familia y el tratamiento con el que está haciendo frente a la leucemia que padece.

La mediática argentina se quebró por completo al hablar de su marido Mauro Icardi y sus cinco hijos. “Volví a mi casa de Turquía. Estuve tres días y... ¡No quiero llorar, perdón!”, comenzó diciendo. “La más pequeña vino con los exámenes de la escuela. En uno sacó un dos y en otra un uno. Me dijo que fue porque yo no estaba. Sí, extraño mucho a mi familia”, añadió sin poder contener las lágrimas ante los espectadores.

“Aquí en Roma todo el mundo es tan amable conmigo... Realmente no tengo fuerzas. Estoy cansada cuando termino los ensayos. Son muchas horas de ensayo...”, continuó diciendo. Y es que, además de la distancia, las largas jornadas de baile y su debut musical como solista, Wanda Nara también se somete de manera semanal a un tratamiento contra la leucemia que le fue diagnosticada el pasado mes de julio.

Su lucha contra la leucemia

“Tenía que viajar a Milán. Siempre que viajo, me hago unos estudios de rutina. Los valores me dieron medio raros y lo médicos empezaron a ver cosas”, así reveló Wanda Nara en la RAI cómo fue el momento en el que descubrió la enfermedad que padece. “Mis hijos se pusieron muy tristes. Cuando me llegó la propuesta de ‘Bailando con las estrellas’ ya habíamos estabilizado la situación. Pregunté a los profesionales médicos y me dijeron que sí podía aceptar el reto a pesar de estar en tratamiento”, recordó también en una entrevista con la revista ‘¡Hola!’.

Wanda, que baila ”para demostrar que está bien”, tiene todas las semanas “un monitoreo” y extracciones de sangre que se envían a Argentina que es donde están sus médicos. “Es todo una incertidumbre y cada semana que voy a recibir los resultados, se me corta el aire”, reveló. “La enfermedad me acercó mucho a mis valores. Siempre viví la vida como si fuera el último día y ahora mucho más”, zanjó.