Virales
Revisa la cámara instalada en su salón durante un viaje y alucina con la visita inesperada a su gato
El creador de contenido Aaron Young y su esposa encendieron las cámaras al recibir alertas de movimiento y su sorpresa fue mayúscula.
Cuando uno instala cámaras de seguridad en su domicilio espera que, al desplazarse lejos del hogar, no visione jamás un cuerpo entrando en el inmueble; pero de ocurrir, probablemente desearía que fuera el que sorprendió a Aaron Young y su esposa: el matrimonio se fue de viaje unos días y dejó dentro de la casa a sus gatos, Tuna y Pearl. En un momento determinado se les ocurrió ver cómo estaban los dos felinos. Y al encender la cámara fueron tres los animales que aparecieron.
Fue el propio Young quien contó la historia a través de su perfil Instagram, donde acumula más de 40.000 seguidores. “Mientras estábamos fuera en nuestro último viaje, un mapache encontró la puerta del gato. Nuestro ‘gato guardián’ Tuna no parecía demasiado preocupado y le dio la bienvenida con los brazos abiertos”, relató entonces.
El entrañable suceso se produjo el pasado mes de diciembre y despertó la simpatía de toda su comunidad. “Pasó el rato con los gatos durante unas cuatro horas, descansando en el sofá, disfrutando con algo de comida para gatos”, expresó, añadiendo que, además, se comió todas las migajas que sobraron y que antes de irse mordisqueó los cojines del sofá. Todo mientras Young y su mujer lo miraban desde el móvil.
Cuatro horas de siesta y festín
El propio Young confesó a The Dodo los pormenores del singular encontronazo que sus gatos tuvieron con su colega animal. “Revisamos las imágenes porque mi esposa está obsesionada con nuestros gatos y le encanta estar pendiente de ellos constantemente para ver qué están haciendo”, explicó a la mencionada revista, detallando cuál fue el elemento que les hizo sospechar de que había alguien más en la casa: “Tuvimos muchas más alertas de movimiento de las que normalmente tendríamos, así que comenzamos a revisarlas”.
No hay excesivo misterio. El mapache entró por la pequeña puerta que tienen los gatos para acceder al domicilio. Y allí dentro, entre el festín de comida compartida y la siesta en el sofá, pasó cuatro horas. La alteración de los felinos fue la misma en la entrada del mapache que en la salida; para Tuna y Pearl, así como para el anónimo mamífero, todo quedó en casa.
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