La sorprendente confesión de un hostelero al abrir su negocio: “Yo no iba a trabajar en el restaurante”

A la hora de abrir un negocio, cada dueño impone sus normas de trabajo, independientemente del sector en el que se encuentre. La hostelería es uno de los campos más duros y sacrificados porque son muchas horas, normalmente con jornada partida, y hay que tener rapidez y eficacia para satisfacer a los clientes y que el servicio cunda, entre otras cosas que llevan a sus camareros y cocineros al límite en múltiples ocasiones, por esta razón cada vez se necesitan más empleados en este ámbito.

Joe Burger ha contado en el podcast de hostelería ‘Talent’ cuáles eran sus requisitos antes de montar un nuevo restaurante. Este dice que su socio debía respetar dos condiciones, “que desde el primer día yo no voy a trabajar en el restaurante y que quiero a esta persona porque es alguien que yo creo que puede estar al nivel de la exigencia que quiero tener con mi producto”.

El propietario de las hamburgueserías Moflete y Faakin Smash asegura que a él no le sirve cualquier persona, sino que quiere ofrecer el mejor servicio, por lo que incluso va a contratar “a alguien que incluso tenga más capacidad que yo”, reconoce.

Opiniones de los usuarios

Varias personas han dejado su opinión en los comentarios contando su experiencia: “Así pasó cuando abrió Pastrami Rolls, que fuimos una vez y no más. Patatas fritas de bolsa, cubiertos de plástico, sin postres...”, exponía un usuario. “El que montó de Pastrami no llegó a un año abierto”, aclaraba otro.

Hay quienes lo insultan y escriben que “este es bobo”, o irónicamente lo comparan con otros chefs, menospreciándolo: “Perdona Adrià”. Así como juzgan sus ideas y su planteamiento: “Exige algo que él no va a controlar, quiere un negocio pero no currar, menuda cara colega jajaja”.

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