En Alemania hablan de “descaro” ante el nuevo truco con las tumbonas en España
En Europa están alucinando con lo difícil que es conseguir un lugar de descanso en los hoteles de Canarias alrededor de la piscina.
Cada año, millones de alemanes hacen las maletas con un destino claro: España. Desde las playas doradas de Mallorca hasta los arenales de la costa del Sol o la temperatura agradable en las cuatro estaciones de Canarias, nuestro país se ha consolidado como uno de los destinos favoritos para las vacaciones alemanas.
El amor de los alemanes por España no es nuevo. Desde hace décadas, muchos ven en el país mediterráneo un refugio ideal para escapar del clima gris y las rutinas laborales. Según estadísticas del sector turístico, más de 10 millones de turistas alemanes visitan España cada año, siendo Baleares, Canarias y Andalucía sus destinos predilectos.
Pero más allá del sol, la paella y la sangría, hay un fenómeno curioso que destaca entre sus costumbres vacacionales: la guerra por la tumbona. En algunos medios alemanes se están refiriendo a la nueva estrategia por hacerse con la preciada tumbona como un “descaro” o un “escándalo”.
Y que están circulando por las redes vídeos de personas que llegan a pasar la noche durmiendo sobre las tumbonas de un hotel de Tenerife, cubiertas por toallas, para ganar la carrera por la tumbona, mientras la mayor parte de los alojados siguen durmiendo plácidamente en sus habitaciones. Como si fueran tesoros, las defienden con unas y dientes, y ello requiere bajarse a dormir a ellas con sacos de dormir e incluso almohadas.
La respuesta del hotel
Para intentar evitar este tipo de imágenes y disuadir a los huéspedes de estas prácticas por hacerse con una tumbona en primera línea de la piscina para disfrutar del descanso de las vacaciones, muchos son los hoteles que prohíben las reservas, o las permiten únicamente a partir de una determinada hora de la mañana.
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Asimismo, hay establecimientos que están encargando a sus equipos de seguridad que hagan rondas alrededor de la piscina para despertar a estas personas que no están disfrutando de sus habitaciones e instarlas a que vuelvan a la cama para dejar las tumbonas libres.
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