El mercadillo de Navidad más antiguo de España tiene 250 años y sigue en activo: se fundó en 1786 y tiene 200 puestos

La Feria de Santa Lucía es el mercado navideño más antiguo de Barcelona y se celebra cada año frente a la Catedral de la ciudad, en pleno barrio Gótico. Sus orígenes documentados se remontan a 1786, según recogen diversas crónicas históricas del siglo XVIII, y desde entonces se ha mantenido como una de las tradiciones más arraigadas de la Navidad en la ciudad. Su ubicación, convierte este mercadillo en un punto especialmente emblemático para visitantes y vecinos.

Este año, la feria abrió el 28 de noviembre y cerrará sus puertas el 23 de diciembre, con horario aproximado de 10:00 a 21:00. La edición actual reúne alrededor de 215 puestos, repartidos entre los sectores tradicionales del mercado: cerca de 90 dedicados a árboles de Navidad y vegetación; otros 90 centrados en belenes, figuras y decoración navideña; y una 30 más destinados a la artesanía y a los artículos de regalo, como cerámica, bisutería o complementos textiles.

La feria ofrece una amplia variedad de productos relacionados con la Navidad, desde figuras para el belén, incluyendo las típicas de la tradición catalana, hasta cuevas, musgo, luces, coronas, árboles naturales y artificiales, así como adornos de todo tipo. A esto se suma la oferta artesanal, que permite encontrar regalos hechos a mano por creadores locales. Todo ello, acompañado por el ambiente característico de la zona, convierte la visita en una experiencia navideña muy reconocible para quienes pasean por el centro histórico durante estas fechas.

Además de los puestos, la Feria de Santa Lucía incluye actividades culturales y familiares. Entre ellas destaca la Diada de Tradicions i Costums Nadalenques, prevista para el 13 de diciembre, que incorpora actuaciones musicales y la entrega del reconocimiento Firaire d’Honor, un homenaje anual a personas vinculadas a la tradición. También se organiza el popular Tió Gigante, que permite a los niños participar en esta costumbre catalana en varios días señalados de diciembre, reforzando el carácter festivo del evento.

Visitar la Feria de Santa Lucía supone, por tanto, recorrer más de dos siglos de historia viva. Con sus luces, su ambiente artesanal, sus figuras tradicionales y su enclave privilegiado frente a la Catedral, sigue siendo uno de los símbolos más representativos de la Navidad en Barcelona. Para muchos barceloneses y visitantes, supone el punto de partida de las celebraciones navideñas y una cita imprescindible para empaparse del espíritu festivo de la ciudad.

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