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Violeta Mangriñán, madre por segunda vez

La influencer ha dado a luz a la pequeña Gala acompañada de su pareja Fabbio Colloricchio, tras ingresar en el hospital por unas violentas contracciones.

No hay mejor noticia para una madre que la de saludar al bebé que durante meses le ha advertido de su llegada con pequeñas pataditas y un crecimiento constante de la barriga. Violeta Mangriñán lo sabe bien. La valenciana ha dado a luz este jueves a su segunda hija, Gia, junto a Fabbio Colloricchio, tal y como ella ha anunciado por Instagram.

Mangriñán ha compartido una serie de imágenes en las que se le ve abrazando a su bebé y, además, haciendo una videollamada con la pequeña Gala, su otra hija, visiblemente feliz, como los padres, de la llegada al mundo de su hermana.

La influencer acudía el pasado miércoles a su última visita de monitorización tras cumplir las 40 semanas de gestación. Tan solo 24 horas después, jueves, el primer día del segundo mes del año, Mangriñán volvía al hospital al ver que, en lugar de pataditas, eran unas violentas contracciones las que le hacían pensar que, quizá, Gia estaba a punto de llegar. Y así ha sido. Todo este proceso, desde el convulso amanecer hasta el ingreso en la planta y el nacimiento del bebé, lo ha realizado junto a su pareja, Fabio Colloricchio, y lo ha contado a través de la citada red social.

Las horas previas

“Rezad por nosotras”, escribía Mangriñán desde el hospital y rodeada de vías intravenosas; luego contaba qué le había llevado hasta allí: “llevo con contracciones desde las seis de la mañana, hemos venido a las siete y media al hospital y me han dicho que me quede, menos mal que ya me traía las maletas por si acaso”.

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“Sigo con contracciones, de momento las puedo soportar, espero que esto no se haga muy largo y poder cenar con Gia en brazos (las dos sanas y salvas) la bandeja de jamoncito que me he traído”, dejaba por escrito la influencer, con la vista puesta en un bonito horizonte familiar lleno de amor y lejos de hospitales. Sin perder un ápice de humor, se hacía una foto a las chanclas rosas que llevaba y agregaba: “esto es la última moda en París, hacedme caso”.

Luego procedía a despedirse —momentáneamente y con las emociones brotando de las yemas de sus dedos— de sus seguidores. “Y con esto me despido del móvil porque las contracciones se están poniendo serias. No sé cuándo lo volveré a coger porque al igual que hice con Gala, quiero disfrutar de esto todo lo que pueda ya que muy probablemente sea la última vez que lo viva”, tecleaba, para luego desaparecer con un agradable: “gracias por entenderlo, os quiero”. Cuando ha reaparecido lo ha hecho, efectivamente, con el bebé en brazos.

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