Vicky Martín Berrocal y Enrique Solís rompen su relación

Vicky Martín Berrocal y Enrique Solís vuelven a estar solteros, tal como adelanta este miércoles la revista Hola. De acuerdo con esta publicación, tras semanas de rumores, la pareja habría puesto punto final a su relación, marcada por la diferencia de edad entre ambos (51 años tiene ella; 34, él).

Según adelanta la revista, la diseñadora y el empresario han terminado su romance, que había comenzado en el mes de febrero y que salió a la luz pública tras ser fotografiados paseando juntos de la mano y en actitud cariñosa. En encuentro al que luego seguiría una escapada romántica a Roma al mes siguiente con motivo del 51 cumpleaños de ella.

Lo que no ha trascendido han sido las razones de la ruptura entre ambos, quienes, aunque no se han escondido, sí han evitado compartir imágenes juntos en redes sociales. Una consigna que tuvo una excepción: cuando la diseñadora subió una historia a su Instagram para desmentir los rumores de crisis en la otrora pareja.

Incidente en la Feria de Abril

A finales del pasado mes fue cuando varios medios afirmaron, previamente a la imagen que ella compartió, que la pareja se habría roto después de que los amigos de la diseñadora le afeasen al empresario su comportamiento con otra mujer durante la Feria de Abril mientras tenía una relación la ex de Manuel Díaz el Cordobés.

“Ella es muy lista y sabía de las historias que circulan de Enrique por ahí, pero le dieron igual. Tampoco es que quisiera casarse. Quería dejarse querer, pero al final, como es muy sentimental, pues se ha ilusionado, eso sí, con las riendas bien cogidas”, explicaba una fuente a Vanitatis.

Al parecer, aunque ambos estaban disfrutando de sus salidas, pero eran conscientes de que no se trataba de una relación seria, durante la Feria de Abril sucedieron unos hechos que no habrían gustado a la diseñadora, conocedora de sobra del currículo de Solís. Y es que el abogado habría estado tonteando con una influencer. Unos gestos de los que fueron testigos los amigos de ella, quienes le afearon su conducta, más si cabe por ser pública, y le advirtieron de que la tendrían que poner en conocimiento de ella cuando llegase al día siguiente.

“Dicen que ojos que no ven, corazón que no siente, pero Vicky, aunque sabía que lo que tenían no era nada serio, que lo hiciera delante de todo el mundo fue demasiado para ella”, continuaba esa misma fuente.

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