TELEVISIÓN

Una suegra irrumpe en ‘La isla de las tentaciones’: “No tiene perdón de Dios”

Silvia, la madre de Elena, ha acudido a una de las hogueras para medirse cara a cara con David, el novio de su hija, tras su infidelidad.

En un programa que habitualmente está tan guionizado como La isla de las tentaciones no siempre queda mucho espacio para la sorpresa. De edición a edición, la producción se esfuerza en asombrar a los espectadores, tal y como ha hecho en el último capítulo. Sin ser una novedad, pues ya lo pudimos ver con la madre de Rosario Cerdán, no es muy habitual que el formato cuente con la presencia de una suegra.

Silvia, la madre de Elena, ha acudido a la última hoguera para medirse cara a cara con David, el novio de su hija. El joven, al que su suegra llamaba constantemente ‘caballito de mar’, fue el protagonista del primer edredoning de la edición con María Aguilar, una tentadora con la que consiguió una gran sintonía desde el primer momento.

“Estoy muy nervioso, se me ha cerrado el corazón”, aseguraba David al quedarse solo en la hoguera antes de conocer que sería Silvia quien aparecería allí. “Ella no se merecía esto. Yo os tenía como la pareja perfecta y aposté por vosotros a tope”, le ha espetado la madre de su novia cuando ha conocido la infidelidad.

Barbie, Ken y la muñeca chochona

Desde su llegada a República Dominicana Elena comparó la relación que tenía con la de Barbie y Ken. Un recurso que también ha tenido presente su madre. “Eráis la pareja de la Barbie y el Ken, y el Ken me deja a la Barbie y te buscas a la muñeca chochona. Cambias a mi Barbie, a mi florecita y te lías con la muñeca chochona”, le ha dirigido Silvia.

Tantas veces ha insistido menospreciando a María Aguilar que Sandra Barneda se ha visto en la obligación de intervenir para que dejara de meterse con ella. “Siento haber reaccionado así. Pido disculpas, pero una madre se tiene que poner en mi lugar”, ha pronunciado poco más tarde la protagonista tras recibir una breve reprimenda.

Mientras tanto, David intentaba justificar sus actos. “Estoy en una villa veinticuatro horas, con chicas, hay juegos […]. Somos chicos jóvenes, nos hemos gustado. Me he olvidado un poco de Elena y he llegado hasta el final. Es algo que hace todo el mundo. Si he conocido a otra chica, me ha gustado y me he dejado llevar, ¿Qué hago?”.

La reacción posterior a las imágenes

Más tarde, ha llegado el momento de ver juntos las imágenes del paso de David por el programa. Desde sus primeros tonteos con María hasta las escenas más explícitas en la cama. Unas secuencias que David intentaba, con vergüenza, no ver y a las que su suegra le obligaba. “Bájate la manita”, le decía. “El caballito de mar sale a trotar. A galopar. Uy, qué bien lo has hecho, mira. Cuando repites, es porque tienes las cosas claras con esta chica, ¿no?”.

A pesar del notable disgusto que Silvia tenía con David, su conversación ha terminado de forma educada y cruzándose los mejores deseos. “Sé que no lo va a entender. Es su madre y le duele que le haga a su hija eso. Cualquier madre del mundo actuaría así, o incluso peor, pero mi situación creo que también es entendible”, se ha disculpado el protagonista antes de admitir el buen trato recibido por su familia política.

“Que sea feliz, pero esto no tiene perdón de Dios. Te deseo lo mejor David, pero mi niña no se merecía esto. Espero que te vaya bien y no te equivoques de la decisión que has tomado”, ha culminado Silvia tras manifestar su deseo de que su hija se marche sola.

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