TELEVISIÓN

Una soltera acude a ‘First Dates’ por un chivatazo y conquista a su amor platónico

Cristina recibió el aviso por medio de un amigo en común de que Laura, su ‘crush’, iba a ir al programa, por lo que intentó conseguir una cita.

First Dates volvió a dejar anoche una de esas situaciones inverosímiles que solo pueden suceder en el programa presentado por Carlos Sobera. Al contrario que en otras ocasiones, no hicieron falta conversaciones subidas de tono ni casualidades sorprendentes. Todo partió de un chivatazo y de un intento desenfrenado de conquistar al amor de su vida.

Cristina, con una valentía impropia para sus 23 años, se presentó en el plató de televisión después de que un amigo le hubiese contado que Laura, su amor platónico, iba a ir a First Dates en busca del amor. Aunque realmente nunca había hablado con ella, siempre había sentido mucha atracción física después de haberla visto una vez. “Me gustan sus tatuajes y su lenguaje verbal”, comentó delante de las cámaras.

A Carlos Sobera le pareció magnífica la idea de que Cristina pudiera cumplir su deseo y conocer a Laura, pero todavía había que conocer la opinión de la otra parte. Cuando llegó al programa alucinó con la nota que su cita le había dejado. “Te vi en una fiesta y te quiero conocer más. Podemos adoptar un perro”, había escrito Cris.

“Vas un poco rápido”

La determinación de Cristina atrajo desde el primer momento a Laura. “Debe ser muy interesante y lucha por lo que quiere”, vaticinó antes de saludar a su pareja de baile. Y aunque desde el principio pareció fluir todo de forma soñada, las prisas de Cris asustaron un poco a Laura. Y es que claro, ella sabía muchas cosas sobre su compañera que al revés. De ahí que no dudase en afirmar que se veía casada y con un hijo en tan solo dos años.

Los nervios se iban adueñando de ambas con el paso del tiempo. Posiblemente porque, aunque ninguna de las dos terminaba de creérselo, la química iba cada vez fluyendo más entre las dos. Sobre todo cuando entraron al reservado, donde algunas cuestiones de índole más íntima empezaron también a cuadrarles. “Es el amor de mi vida, ¿dónde ha estado esta chica todo este tiempo?”, llegó a pronunciar Laura. Como no podía ser de otra manera, las dos aceptaron seguir conociéndose fuera del programa y, de hecho, lo hicieron directamente yéndose a un hotel a seguir enamorándose.

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