PSICOLOGÍA

Un experto en investigación criminal desvela la psicopatía que sufre Rosa Peral

Óscar Tarruella ha contado a ‘Okdiario’ cuáles son los móviles que impulsan la mente de la asesina del llamado crimen de la Guardia Urbana y qué busca con el documental de Netflix.

Ocurrió en 2017, pero Netflix ha traído de vuelta aquellos recuerdos ígneos al presente. El cuerpo en Llamas está arrasando en la plataforma de streaming de la mano de Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, quienes han puesto cara a dos rostros que muchos habían olvidado. El de Rosa Peral y el de Albert López, acusados y condenados por perpetrar el llamado crimen de la Guardia Urbana que terminó con la vida de Pedro Rodríguez, pareja de ella. La primera cumple una pena de cárcel que asciende a los 25 años, mientras que el segundo se queda en la veintena. A esto se suma una indemnización de 885.000 euros a los familiares del difunto. Y cuando la tormenta penal parezca escampar y la prisión comience a ser un recuerdo, se hará efectiva otra década de libertad bajo vigilancia.

La historia es una de esas que permanecen en las páginas negras de la criminología nacional. Aquellas que son morbosas para el curioso y escalofriantes para el que conoce, de las que tienen de todo. Un triángulo amoroso, un asesinato bañado en fuego, policías implicados. Amor e infidelidad. Este cúmulo de ingredientes hicieron que surgiera de las cenizas un interés audiovisual y casi cinematográfico en contar el relato de dicho crimen.

Fruto de ello, la historia ha adquirido un carácter internacional y las figuras de los implicados han salido a la palestra con esa mezcla de fama y cercanía que a muchos les ha hecho olvidar la brutalidad de lo acontecido. Pero no a todos. Okdiario ha recogido la opinión de un experto en psicología criminal que ha sido contundente con la situación mental de Peral y que persigue las pistas nada inconclusas que concluyen en un único frente: es una psicópata.

“Es una psicópata integrada”

Se trata de Óscar Tarruella, autor de Diario de un agente de Homicidios. “Rosa Peral era una psicópata narcisista. Era mentirosa, manipuladora y utilizaba sus dones físicos”, detalla el experto. No queda ahí. “Pero esto es algo que va más allá de lo sexual. El psicópata detecta muy bien el perfil de víctima y arrastra no solo a esta, sino a terceros. Como el psicópata esté perfeccionado, arrastra a cualquier perfil”, prosigue, haciendo comprensible la implicación de López en el asesinato. Es una especie de magnetismo mortal.

Según apuntan desde dicho medio, Tarruella, que también es perito judicial, hace fácil la comprensión del perfil de Peral y echa un guante al psicoanálisis. “Rosa Peral era psicópata antes de ser policía. Probablemente, ella de pequeña debía ser manipuladora. Aunque bien es cierto que estos criminales no siempre presentan una infancia dramática”, dice. Consciente de que dicha afirmación puede guardar una contradicción, sino, mínimo, una paradoja, detalla: “el cerebro de una persona infantil, hasta la etapa juvenil, está en maduración. En un sujeto que tenga componente psicópata, en el ADN intervienen factores clave durante su vida, como pueden ser los marginales o de maltrato, ya sea a su persona o a terceras”.

Europa Press NewsEuropa Press via Getty Images

¿Qué tipo de psicópata sería? Tarruella tiene la respuesta. “Una psicópata integrada, es decir, un psicópata que aparenta normalidad pero que vive entre nosotros sin despertar sospechas: es atractiva, goza de magnetismo... y presenta cierto maquiavelismo: el fin justifica los medios”, explica, haciendo énfasis en que la psicopatía no elimina necesariamente la brillantez. “Son lo más parecido a un depredador alfa en la naturaleza salvaje. No son idiotas, no se cogen como víctima a una persona como ellos. En el caso de Rosa utiliza un elemento muy común en el efecto psicópata: la triangulación. Puede ser de tipo amorosa, laboral o de la forma que sea con el fin de usar a determinadas personas”, argumenta.

Es decir, “son personas carentes de empatía y tienen una mente muy emocional”, cuyo cerebro es “diferente” y está en “permanente búsqueda del subidón de la dopamina” por el “atrofiamiento en el disparo de conexiones neuronales”. Todo esto, según Tarruella, estaría mezclado con una capacidad camaleónica para camuflarse ante los ojos de la sociedad. No iba a ser diferente con el estallido mediático que ha vivido el caso a través de las producciones de Netflix. “Su objetivo está claro: un lavado de imagen que continúe reforzando su versión”, dice el experto sobre la asesina, que sigue considerándose inocente. “En Las cintas de Rosa Peral ella pretende dar la vuelta a todo, algo propio del psicópata. Cuando es descubierto y se ve arrinconado jamás se mostrará arrepentido”, culmina.

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