TELEVISIÓN

Un entrevistado en ‘Y ahora Sonsoles’, a Miguel Lago: “Que se calle”

La tensión se apoderó de los colaboradores al abordar el asunto de una madre que acusaba a su hijo de haberle robado la casa.

El pasado viernes sucedió uno de los momentos más tensos que se recuerdan en el corto tiempo de vida de ‘Y ahora Sonsoles’. Paquita, una señora de 75 años, acusó a sus tres hijos de haber aprovechado una enfermedad suya para robarle su casa, los bienes que había en su interior y haberla obligado a entrar en una residencia de ancianos.

La mujer aseguraba que, tras la muerte de su pareja en 2018, había sufrido un importante problema de salud. Fue entonces cuando, según sus palabras, los hijos la expulsaron con un poder notarial. En plena historia, Javier, el mayor de los tres hijos, tomaba la palabra para dar una versión totalmente contrapuesta a la de su madre.

Enfadado, tal y como demostraba su tono de voz, Javier denunció que su madre “nunca se hizo cargo de sus hijos” e incluso desveló que utilizaba habitaciones de la casa para que mujeres se prostituyeran. Mientras tanto, su madre, que estaba conectada con imagen al programa, hacía unos gestos de desmayo que su hijo no se creía.

La tensión se cortaba con una navaja y la situación estaba al límite de explotar. Lo hizo cuando el colaborador Miguel Lago pronunció un: “El odio que hay aquí es una pasada”. Eso hizo estallar a Javier. “No lo sabes tú bien, compañero. Pero para hablar hay que conocer. Es muy fácil lo que haces tú. Es la segunda que mete. O sea, que se calle”, contestó rebotado.

Sonsoles y el propio Lago intentaron calmar las aguas, pero no lo consiguieron. “Vamos a tener una tarde tranquila”, reflexionó el gallego. Javier, insistente, seguía su cruzada particular contra el humorista. “No, no vamos a tener nada porque tú lo que tienes que hacer es ver, oír y callar”. “No te confundas. Eso sí que no. Miguel Lago está aquí para hablar, no para callar. No te pongas borde porque no tiene ningún sentido”, le defendió Sonsoles.

La batalla entre madre e hijo prosiguió unos minutos sin llegar a ningún tipo de acuerdo, sino todo lo contrario. La agresividad y las formas se fueron perdiendo cada vez más hasta que la presentadora decidió zanjar el tema. “¿Ahora puedo hablar?”, cuestionó Lago irónico nada más colgar las dos llamadas.

“Yo puedo sentir que entra un señor de fuera a atacar mi trabajo y puedo sentir que mi equipo no me apoya, cosa que no ha pasado hoy. A mí no me importa dar un paso atrás y estar en silencio para que este señor vocifere, porque lo que ha demostrado este señor es que tiene un dolor, un odio y una violencia en la manera de hablar que te doy las gracias por haberme apoyado y por haber calmado la situación”, le dijo a Sonsoles a modo de agradecimiento.

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