Un compañero de prisión de Alves: “Sabe que nadie le va a creer”
Este recluso ha contado en ‘Espejo Público’ cómo es el día a día del jugador desde que entró en la cárcel de Brians 2 de Barcelona.
“Dani Alves da el juicio por perdido, sabe que nadie le va a creer”. Estas han sido las palabras de un compañero de prisión de futbolista brasileño en la cárcel de Brians 2 (Barcelona), quien ha relatado a Espejo Público (Antena 3) cómo es el día a día del jugador, quien se encuentra internado en uno de los módulos desde el 20 de enero del año pasado después de ser denunciado por una joven que dice que este la agredió sexualmente en el baño del reservado de la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 de diciembre de 2022, cuando ella tenía 23 años.
Según este compañero, cuando el brasileño entró en el centro penitenciario los otros reclusos se sorprendieron muchísimo al ver allí a toda una estrella del fútbol. Él, sin embargo, tardó en integrarse en las rutinas de la cárcel, no comía ni hablaba con nadie.
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Algo que con el paso del tiempo fue cambiando poco a poco y pasó de no tener relación con sus compañeros a regalarles camisetas y hacer más vida con ellos, entre los que destaca por su fama como futbolista. “Comía poco y hablaba poco, pero ahora es uno más. Nos regala camisetas y si no tenemos pasta nos compra cosas en el economato”.
Eso sí, sus ingresos habrían mermado. Al principio, al parecer, sí tenía los 100 euros semanales de los que disponen todos los reclusos, pero su situación habría empeorado y ya no llegaría a esa cantidad.
Rutina de ejercicios
Además, este recluso ha contado que, tras un periodo de adaptación por parte del jugador a su nueva realidad en la prisión, ahora este hace deporte todas las mañanas para mantenerse a tono.
Y no solo eso, sino que, en su compadreo con los demás internos de Brians 2, este les ha puesto a todos a hacer ejercicio: “Nos ha puesto en forma a todos”, le ha dicho el hombre a Susanna Griso, e incluso le ha contado que siempre viste de negro, como si estuviese de luto.
Y termina: ”Está solo en la celda, aprovecha para meditar y ver la tele. Su madre y su hermana hace tiempo que no pasan por aquí. Y su mujer se deja caer poco, algún fin de semana”.