Tres perros especializados en el rastreo de cadáveres sumergidos buscan a Mitogo en el Miño

Tras desaparecer el pasado jueves 11 de mayo, la Guardia Civil está echando el resto para dar con el paradero del futbolista de origen ecuatoguineano David García Mitogo, actual jugador del Atlético Arnoia e internacional absoluto con Guinea Ecuatorial en cinco ocasiones.

El delantero, que a sus 32 años ha militado en otros clubes como la Ponferradina, Unionistas de Salamanca, Arenteiro o Compostela, salió de su casa ese jueves por la mañana y desde entonces no se ha sabido nada de él. El único rastro que se ha hallado ha sido su teléfono móvil, que ha aparecido en el puente que une las localidades de Arnoia y Ribadavia. Además, según La Voz de Galicia, el futbolista había enviado una serie de mensajes de agradecimiento a sus compañeros de equipo.

Así, después de varios días de búsqueda por tierra, mar y aire, las autoridades han incorporado a la investigación cinco nuevos efectivos especialistas que trabajan en el rastreo del río Miño, en concreto, en los ayuntamientos de Arnoia y Ribadavia.

Estos nuevos efectivos son tres perros que están especializados en buscar cadáveres sumergidos, así como dos guías caninos.

Cómo trabajan estos perros

Los animales pertenecen al servicio cinológico de la Guardia Civil de El Pardo (Madrid) y están acostumbrados a trabajar cuando ya han pasado varios días desde la desaparición en el agua y el cuerpo ha empezado a descomponerse. Se caracterizan por su entrenado olfato para los restos biológicos y van en una zódiac por ríos y embalses (ya que en el mar no pueden hacer su labor) acompañados por un guía, que es quien está a cargo de la búsqueda.

Ayer se les vio trabajar por la zona donde fue hallado el teléfono móvil del futbolista, entre Arnoia y Ribadavia, donde también hay cuatro buzos de la base de A Coruña del Grupo Especializado de Actividades Subacuáticas y un helicóptero de la Guardia Civil. Estos buzos son los que se sumergen en caso de que los perros encuentren un rastro de olor.

Mientras, por tierra siguen trabajando las patrullas de seguridad ciudadana de la Guardia Civil, por si Mitogo hubiese cambiado de idea y no estuviese dentro del agua.

La última vez que fue visto lo advirtió un vecino a las 6:30 de la madrugada. Justo unas horas antes había estado tomando algo con un amigo en la cercana localidad de O Carballiño, a veinticinco kilómetros de distancia de su domicilio.