Silvia Intxaurrondo, tajante sobre la retirada de España en Eurovisión: “Las decisiones nos retratan”

La histórica sesión celebrada en Ginebra ha dinamitado el futuro del Festival de Eurovisión: la Unión Europea de Radiodifusión ha confirmado en la 95º Asamblea General que Israel, efectivamente, participará en el certamen. Esto ha desencadenado que RTVE, fiel a su palabra, anunciara que España se retira de la edición de 2026 y que, además, dejará de emitir tanto la final como las semifinales previas. La decisión de La Corporación ha generado un cisma entre aquellos que aplauden la valentía de la delegación española y los que, por el contrario, juzgan esta decisión como un craso error; en el primer grupo queda, además de algunos exrepresentantes como Blas Cantó o Blanca Paloma, la presentadora de TVE Silvia Intxaurrondo.

Ha sido este viernes en La hora de La 1 cuando la periodista ha encarnado la opinión del ente público con un discurso dilatado y rotundo. “Les vamos a mostrar en estas imágenes lo que Israel no quiere que veamos, porque si les mostrásemos simplemente la actuación de Israel, habría quien pudiese pensar pues que simplemente estamos hablando de canción”, ha arrancado, emitiendo simultáneamente en una pantalla partida vídeos de las consecuencias de la guerra y fragmentos de la última actuación del país en Eurovisión. El mensaje es claro: no se puede hablar de una cosa sin tener en cuenta la otra.

“Eurovisión no lo permite porque se blanquea a Israel”

Intxaurrondo da vueltas en torno a la citada idea, que no es sino la doctrina de RTVE y la justificación de la retirada de España. “Mientras Israel canta y blanquea su imagen con Eurovisión, lo que sucede en el terreno es lo que están viendo en su pantalla izquierda: hambre, miseria, ataque militar y asesinatos masivos”, cuenta, insistiendo en que “más de 70.000 personas ha matado Israel solamente en estos últimos dos años” y en otros horrores derivados de la intervención militar israelí: “Buena parte de las muertes eran niños muy pequeños, ha asediado hospitales, ha convertido la Franja de Gaza en una cárcel donde solo se ataca y no se podía salir”.

Participar en Eurovisión supone, da a entender, contribuir al blanqueo de este escenario bélico. “Esto que están viendo en su pantalla partida en dos es de lo que realmente estamos hablando, si se debe permitir que Israel actúe y cante con la más absoluta normalidad en Eurovisión, lo tienen en su pantalla, mientras ataca incluso ahora con un alto el fuego en Cisjordania y la Franja de Gaza”, plantea, reafirmando que “esta es la realidad partida a la que nos estamos enfrentando”.

La posición de La Corporación es la del ‘todo o nada’; de ahí el rechazo a cualquier apreciación parcial del papel de Israel. “RTVE ha dicho que no quiere que se vea simplemente la imagen de la canción, que tienen que verse las dos. Y bajo estas circunstancias, Eurovisión no lo permite, porque se está blanqueando Israel”, redunda; a modo de frase y —casi— lección vital, añade: “Tenemos que saber que las decisiones también nos retratan”.

Quizá haya polémica, pero, a su juicio, no debe haber duda: la decisión de RTVE es legítima y coherente. “Nuestro país abandona el Festival de Eurovisión con un argumento muy claro y es que los derechos humanos no son un concurso”, resume, sentenciando el discurso con la frase que, desprende, debe perdurar en lo que a este tema respecta: “Israel no ha parado de matar palestinos a lo largo de estos años”.

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