Manu Sánchez reaparece en televisión dos años después de su diagnóstico de cáncer: “Cruzo la puerta sin saber si voy a volver”

Manu Sánchez ha vuelto a la televisión a sus 40 años. Lo ha hecho como invitado del programa de ‘Al Cielo’ de 101 TV Sevilla, y para hablar de la enfermedad que le fue diagnosticada en el año 2023, un cáncer germinal testicular con metástasis.

Una enfermedad que le ha alejado de la televisión, a la que ha regresado para sincerarse con Curro Bono, confesando cómo afectó a su familia, pasando por su mujer, Lorena Sánchez, y sus dos hijos, Manuel y Leonor, y lo que ha sido tener que hablar de su cáncer con los pequeños.

Un cáncer que le llevó a someterse a un tratamiento que incluyó varias operaciones y sesiones de quimioterapia, y que le llevaron a caer a los infiernos, temiendo por su vida en varias ocasiones.

Y ahí entraba la parte más dura para él, que es despedirse de sus hijos: “Me he operado, digamos que a vida o muerte, cinco veces ya. Esto implica que, si te operan el jueves, ingresas el miércoles y el martes me tengo que despedir de mis hijos".

Unos hijos a los que ha tenido que explicar cómo es su cáncer: “Uno tiene seis años, la otra tiene dos. Tampoco les puedo explicar, para que sean muy conscientes, de qué va todo esto. Manuel sabe que a papá le salió una plastilina mala en el cuerpo que los médicos me la están quitando, pero que todavía queda esa plastilina mala”.

La pregunta más dura a la que se ha enfrentado

“Manuel no lo entiende. Él me hizo la pregunta más dura que me han hecho en mi vida: papá, ¿y tú para ponerte malo qué has hecho? Porque él escucha: ‘Ponte los zapatos, que te vas a resfriar, o no comas chuches que te va a doler la barriga’. Ahora mismo le hemos enseñado que una mala acción tiene una consecuencia de salud y yo no he hecho nada. No lo entiendo yo con 40 años, no lo va a entender el niño con seis", ha continuado señalando en su entrevista.

Y es que su enfermedad le ha llevado incluso a despedirse de sus hijos: “Me despido de ellos y me preguntan: ‘¿Y cuándo vienes papá?’. Y yo le tengo que decir que en unos días, que en una semana, que voy a estar en el hospital, que las vacunas son con cable y que entonces no me puedo venir a casa, que ellos van a poder ir a verme dentro de unos días, que vamos a hacer videollamadas".

“Pero yo sé que hay una mañana que yo duermo por última vez con mis niños, les doy un beso, hago una maletita y les digo más o menos algo así como: ‘Ahora vengo’, y cruzo la puerta sin saber de verdad si voy a volver o no. Y a eso le tengo miedo. A ese momento le tengo absoluto pavor”, ha concluido.

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