Iker Jiménez reaparece en Mediaset tras la polémica de Rubén Gisbert: “No puedo fulminar a nadie”

Iker Jiménez se convirtió en objeto de todas las críticas después de que se difundiera en redes sociales un vídeo de Rubén Gisbert, colaborador de su programa ‘Horizonte’, tirándose al barro en Valencia para manchar su ropa e informar así de los desastres provocados por la DANA. Unas imágenes que generaron gran rechazo en redes sociales pidiendo el despido fulminante del abogado y que el presentador de Cuatro diese la cara por este suceso.

A los pocos minutos, el televisivo reaparecía en sus cuenta de X -el antiguo Twitter- reaccionando a los hechos de manera muy tajante y mostrando un gran enfado con su colaborador. “Acabo de hablar con él y estoy estupefacto. No entiendo el sentido. ¿Para qué? Si ya vas manchado de barro (...) Estoy francamente disgustado. Tomaré la medida directa y recalcitrante de no contar más con él. Me has fallado”, decía Jiménez.

Iker Jiménez, tajante desde Cuatro

En la vuelta de ‘Horizonte’ a Cuatro, el conductor ha aprovechado el inicio de su programa para tratar de nuevo este tema y dirigirse de manera directa a la audiencia. “Quería matar a este colaborador ajeno, que no es de mi equipo, porque estaba haciendo un increíble trabajo. Se le ocurre, que yo me quedo perplejo, mancharse las piernas con barro (...) Cuando lo vi no me lo podía creer. ¿Qué cojones hace uno de mi equipo, colaborador en este caso, manchándose los pantalones? Mi equipo de verdad sabe que si hacen eso los mato con mis propias manos”, comienza expresando.

“El caos que existe allí, no lo pueden entender si no están allí, pero hemos intentado ayudar a todo el mundo, a pesar de haber cometido errores”, subraya Jiménez con el rostro totalmente serio. “Yo soy responsable de esto, hasta de la última persona que entra aquí. Llevaba cuatro o cinco días de barro hasta arriba y gastándose su dinero. Intentó ayudar y eso no lo va a quitar ningún vídeo”, prosigue en un acto de intentar justificar la buena labor de Gisbert.

Antes de continuar con la mecánica habitual del formato, Jiménez zanja esta polémica con las siguientes palabras: “Ahora ya no lo quiero matar porque sé en qué presión estaba (...) Créanme, Rubén en esa misma escena acaba en un garaje hasta la cintura de barro. No puedo fulminar a nadie porque no es de mi equipo”.

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