Tamara Gorro explota contra sus ‘haters’: “Necesitaba atención”

Tamara Gorro atraviesa uno de los momentos más delicados a nivel personal. La televisiva lleva más de dos años en tratamiento psiquiátrico tras ser diagnosticada de “ansiedad mental” y “depresión grave con trastorno de ansiedad”. A nivel sentimental, también afronta su ruptura definitiva con Ezequiel Garay después de varias idas y venidas. En redes sociales, sus ‘haters’ tampoco se lo ponen nada fácil.

La colaboradora de ‘Y ahora Sonsoles’ lleva varias semanas acumulando cientos de críticas en su perfil de Instagram donde muchos usuarios señalan un excesivo “afán de protagonismo”. “Intensa”, “pesada” y “protagonista” son algunos de los muchos mensajes que se pueden leer en su cuenta. Unos comentarios que han hecho explotar públicamente a Tamara Gorro pidiendo que se pongan “en sus zapatos”.

La ex de Ezequiel Garay ha querido explicar a sus seguidores la razón de su “intensidad”: “En mi infancia, la soledad me acompañaba. Sentía incomprensión, necesitaba atención. Hoy somos lo que vivimos ayer. A veces, los actos de las personas vienen por las vivencias del pasado”. “Tú también tienes tus propios zapatos y no te gustaría ser juzgado”, añade.

Su día a día en redes

Si bien Tamara Gorro es de lo más activa en sus redes sociales donde mantiene un vínculo muy estrecho con su ya conocida ‘familia virtual’, lo cierto es que cada día tiene que enfrentarse a infinidad de críticas e incluso insultos. “No te soporto”, “cuentista”, “fea”, “no te aguanto”, “que se calle ya” o “aprovechada” son algunos de los mensajes que la propia televisiva ha querido compartir para demostrar la crudeza de Instagram.

“Los ‘haters’ no tienen valor a decirte las cosas a la cara. Creo que todos y todas estamos cansados de que a gente que ataca lo haga detrás de una pantalla. De hecho, por culpa de estas personas otras sufren muchísimo. Por eso yo quiero dar la oportunidad de que me lo digan a la cara”, señala Tamara Gorro. “Por supuesto, con educación, algo de lo que normalmente carecen. Bueno, y cobardía, poca empatía, maldad…”, concluye.