Tamara Gorro explica los motivos de su ruptura con Ezequiel Garay

A comienzos de enero, Tamara Gorro y Ezequiel Garay sorprendían a todos al anunciar en redes sociales su ruptura tras doce años de relación y dos hijos en común. Por aquel entonces, la pareja prefirió no dar detalles sobre los motivos que llevaron a tomar esta decisión. Sin embargo, ahora conocemos la razón de ello gracias al último libro de la televisiva, ‘Cuando el corazón llora’, donde narra cronológicamente todos altibajos del matrimonio que llevaron a separar sus caminos.

“Disfrutábamos mucho juntos de todo, no necesitábamos a nadie para divertirnos. Hemos tenido una gran complicidad desde el principio. Comenzamos a construir con ilusión nuestra vida, y cambiamos de país por su trabajo”, comienza relatando Tamara entre las páginas de su último libro. Además, explica que no fue uno, sino varios los motivos que propiciaron la ruptura, y que los cambios de residencia a otros países como Portugal y Rusia les afectaron “a la larga”.

Su vida en Rusia

Cuando el exfutbolista argentino fichó por el Benfica en la temporada 2011/12, Tamara decidió dejar su vida en España para seguir los pasos de su marido en Portugal. Los viajes entre Lisboa y Madrid de la televisiva fueron constantes para continuar con sus compromisos profesionales en nuestro país. “Tenía que seguir trabajando. Tomé la decisión de irme con él, sabía que eso tendría consecuencias, una de ellas era acabar agotada”, dice. Sin embargo, esto no ocurrió cuando la familia se trasladó a Rusia. Allí, la influencer se vio en la obligación de dejar su carrera a un lado. “Estar en Rusia me afectó bastante. Dejé los programas y me quedé solo con presentar Nochebuena y Nochevieja”, recuerda. “Empecé a sentirme un mueble. Verme en casa todo el día, con el pijama y sin hacer nada, me superaba”, añade.

La búsqueda de su primer hijo

La llegada de su primera hija en común no fue nada fácil para el matrimonio. Tamara se sometió hasta en dieciocho ocasiones a distintos procesos para convertirse en madre sin éxito. “Tuve bajones tremendos”, cuenta. Finalmente, decidieron recurrir a la gestación subrogada en Estados Unidos para dar la bienvenida a Shaila. Una nueva etapa que el matrimonio afrontó con “mucha ilusión”. Dos años más tarde, la televisiva quiso ampliar la familia, aunque sin el apoyo de Ezequiel. “Eze no me apoyaba. No quería por dos motivos: ni quería más hijos, ni mucho menos que yo pasase de nuevo por todo lo que pasé con mi niña”, afirma.

A pesar de la negativa del argentino en un primer momento, la pareja decidía poner rumbo nuevamente a Estados Unidos para someterse a un proceso de fertilización. Cabe destacar que Tamara no llegó a iniciar este tratamiento ya que se quedó embarazada a los pocos días de llegar al país. De esta manera, la familia daba la bienvenida al pequeño Antonio nueve meses después.

Cambios en la relación

Tamara asegura que su relación con Ezequiel Garay cambió a raíz de convertirse en padres. “El cuento ha cambiado mucho”, dice de manera muy sincera. “Por las nuevos no duermo como quisiera, me despiertan y me cuesta volver a dormir. Al día siguiente tengo que trabajar, no puedo quedarme en la cama. Ha afectado a la relación”, continúa explicando.

Pese a todo esto, Tamara y Ezequiel continúa manteniendo una excelente relación por el bienestar de Shaila y Antonio. En las redes sociales de la influencer es habitual ver publicaciones donde la familia posa al completo de lo más sonrientes mientras llevan a cabo distintos planes como paseos o visitas al Estadio Wanda Metropolitano para disfrutar de algunos de los encuentros del Atlético de Madrid.