Rosalía y Rauw Alejandro cuentan cómo se comprometieron
La pareja de cantantes, que pasará por el altar próximamente en un enlace todavía sin fecha pública, ha revelado cómo fue la pedida de mano.
Rosalía y Rauw Alejandro son originales hasta para anunciar que se van a casar. La pareja de cantantes aprovechó su colaboración en Beso para contar que iban a pasar por el altar, pero no ha sido hasta ahora cuando han dado detalles de lo que verdaderamente sucedió en la pedida de mano. En un breve juego de preguntas y respuestas, los dos artistas han revelado cómo sucedió todo.
“Nos comprometimos de la manera más bonita que me hubiera imaginado y que podría existir”, comenzó Rosalía. La casa de la abuela de Rauw en Puerto Rico fue el lugar de los hechos. Concretamente la parte alta del edificio. “Empezaron a haber fuegos artificiales y se veía todo Puerto Rico desde arriba. No me lo esperaba”, agregó.
“Me dijiste: ‘Vente, que te quiero enseñar un sitio’. Y yo te seguí todo inocente”, contó. De repente, el colombiano se intentó sacar algo del bolsillo, pero el anillo que llevaba se le quedó enganchado. Rosalía no se lo podía creer. “Estaba nerviosa. No me acuerdo de todos los detalles. ¿Te arrodillaste?”, le preguntó la catalana. No tardó en darse cuenta de que sí.
Otras confesiones de la pareja
En su conversación no solo han hablado de cómo fue la pedida de mano, sino que han desvelado otros detalles de su vida privada. Su primer beso o su primer encuentro todavía permanecen nítidos en los recuerdos de ambos. “Nos conocimos en Las Vegas en los Latin Grammy. Tú pensabas que yo era un player”. “Y resulta que no. Me tocó la lotería”, contestó la cantante de Malamente. Aun así, no fue amor a primera vista, porque Rauw reconoce que “se lo tuvo que trabajar”.
Ese día que se conocieron Alejandro recuerda la ropa que llevaba su pareja. “Era un traje negro”. “También llevaba piercings en los pezones y en el ombligo”, matiza Rosalía. “Tampoco miré tanto ahí para no parecer tan crazy en la primera cita”, bromeó Rauw. Su beso, en Madrid en diciembre de 2019, tampoco tardó mucho en llegar.