Risto Mejide se reconcilia con su madre tras cuatro años distanciados
Con motivo del Día de la Madre, el publicista se reencontró con su madre tras varios años distanciados. “De las mejores decisiones de mi vida”.
Las redes sociales, con motivo del Día de la Madre, se inundaron de muestras de cariño y afecto para rendir homenaje a todas las progenitoras del mundo. Risto Mejide vivió uno de los días más importantes de los últimos años este domingo 7 de mayo. El publicista se reconcilió con su madre tras cuatro años distanciados.
El presentador de Todo es mentira, que asegura “haber tomado una de las mejores decisiones de su vida”, ha compartido una imagen en redes sociales acerca de este reencuentro tan especial. “De las mejores decisiones de mi vida: reconciliarme con mi madre. Gracias mamá. Como te he puesto en la dedicatoria: Te quise, te quiero y te querré. Jamás lo olvidemos. Feliz día de la madre”, ha escrito acompañado de una imagen de Risto y su madre comiendo en un restaurante.
“No conoce a mi hija”
Durante una conversación con Máximo Huerta en Viajando con Chester, el comunicador desveló que “hace cuatro años que no hablaba con ella”, y que, por lo tanto, aún no había conocido en persona a su nieta Roma, hija de Risto que tiene en común con su expareja Laura Escanes. “No conoce a mi hija. Creo que se lo debo a mi hija. Por mucho que yo haya tenido diferencias con mi madre, mi hija no tiene la culpa. Tiene una abuela, y eso entra en conflicto”, aseguró.
¿A qué se dedica la madre de Risto? Su hijo desveló en una entrevista para El País que su progenitora se dedica al mundo de la psicología y acabó los estudios de esta rama cuando Risto estaba “crecidito”, según confesó. “Soy hijo de psicóloga, y mi madre se sacó la carrera cuando ya estaba crecidito. Así que he pasado todos los test del mundo. He crecido sabiendo todo acerca de mi personalidad, llegáis tarde”.
De hecho, su madre se convirtió en uno de sus pilares fundamentales cuando era un adolescente, dado que en su época escolar fue víctima de acoso. Su progenitora le enseñó a hacer frente a los problemas cuando sus compañeros de clase se cachondeaban de su apellido. “En la estación donde siempre paraba alguien puso: ‘Risto Mejode’. Llegué llorando a casa y mi madre me dio un rotulador y me dijo que pensase lo que iba a poner debajo. Puse: ‘te aguantas’. Me sentó tan bien esa defensa personal y aquel día mi madre me enseñó a defenderme”.