JUICIO A ALVES

Primera sesión del juicio a Alves: declaró la víctima, una amiga dice: “Está obsesiva con todo” y el jugador habla el miércoles

Este lunes ha tenido lugar la primera de las tres sesiones del juicio a Alves con las declaraciones de la denunciante, sus dos amigas y tres trabajadores de Sutton. Alves lo hará el miércoles.

Este lunes ha tenido lugar la primera de las tres sesiones del juicio a Alves. El futbolista está acusado de haber agredido sexualmente a una joven de 23 años el pasado 30 de diciembre de 2022 en el lavabo del reservado de la discoteca Sutton de Barcelona.

Una sesión en la que se ha podido ver al futbolista por primera vez desde que ingresó en el centro penitenciario de Brians. Después de pasar previamente por el calabozo de la Audiencia de Barcelona, se ha sentado en el banquillo de los acusados. Ataviado con unos pantalones tejanos, camisa blanca y bambas también de color blanco. Con un rostro serio, concentrado, con la mirada al frente, y presentando un aspecto visiblemente más delgado.

Y, al otro lado, la joven denunciante, como quería que se refiriesen a ella en todo momento. Separada del futbolista por un biombo, con la voz distorsionada y la imagen difuminada. Una serie de medidas con las que se ha tratado de proteger a la víctima, quien no quiere que salga a la luz su identidad.

Entre los asistentes, además de más de 250 periodistas acreditados, estaban también la madre y uno de los hermanos del futbolista. Según han contado desde el programa ‘Y ahora Sonsoles’, su madre se esperaba poder tener contacto físico con el acusado, pero no ha sido así. “La madre de Alves se ha derrumbado en varias ocasiones. Ella no ha podido tener contacto físico con su hijo y esperaba poder darle un abrazo. Cuando ha entrado a la sala ha tenido un intercambio de mirada con Alves, ella le ha hecho un gesto de corazón y él ha respondido con una sonrisa. En ese momento le han echado de la sala por petición de Alves, que había solicitado expresamente que no hubiera ningún miembro de su familia en el juicio

Sin “acuerdo de conformidad”

Antes siquiera de que comenzase el juicio, ambas partes, Inés Guardiola (defensa de Alves) y Ester García (abogada de la víctima), han comparecido ante el Tribunal de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona, formado por Isabel Delgado Pérez, Luis Belestá Segura (ponente) y Pablo Díez Noval. Y, a pesar de su charla previa, no ha habido un pacto, marcando así el comienzo de este juicio.

Una sesión en la que la acusación particular ha presentado diferentes pruebas: un documento de la baja laboral de la víctima, vigente has hoy; entrevistas de enero de 2023 para rebatir la atenuante de vulneración de derechos fundamentales; y la demanda interpuesta por la denunciante por la difusión de las imágenes que hizo la madre del futbolista, Lucía Alves.

El equipo de la defensa de Alves, liderado por Inés Guardiola, por su parte, ha presentado sus alegaciones por vulneración de derechos fundamentales y un juicio justo, señalando que “se ha realizado un juicio paralelo” contra el futbolista, sin respetar la presunción de inocencia. Además, han reclamado la suspensión del juicio, lo cual ha sido denegado por el tribunal, mientras que la otra petición, de que el cliente declare en último lugar, sí ha sido aprobada.

La declaración de la denunciante

Respecto a la declaración de la denunciante, ésta ha sido a puerta cerrada y tras un biombo para evitar el contacto visual con Dani Alves, tal y como aprobaron desde el propio tribunal. Aun así, según ‘La Vanguardia’, se ha reafirmado en su versión y ha afirmado que el brasileño la agredió con actitud “violenta y despectiva”. Además, habría utilizado la palabra “baboso” para definir el comportamiento del futbolista.

La amiga de la denunciante: “Ella no quería denunciar”

La amiga de la denunciante declaraba después: “Fuimos a mi casa a cenar y nos fuimos a la zona de Tusset, a Duplex, que nos dan descuento para entrar a Sutton antes de las 2 horas de la mañana. Hicimos algunas bromas con el portero porque entramos algo más tarde de la hora. Estuvimos las tres bailando en la parte general de la discoteca y, delante, a la misma altura, está la zona VIP. Bajaron dos o tres mexicanos y nos dijeron si queríamos ir con ellos a la zona VIP. Accedimos y fuimos con ellos. Estuvimos poco rato. Nos insistieron para ir a una mesa que nos querían invitar”.

La amiga de la denunciante incide en que también le tocó a ella: “Estaba este señor de pie. Tenía una actitud babosa, me puso la mano en la espalda y casi me toca el culo. Me fui al otro lado de la mesa, prácticamente sola”. Además, según la versión, a la tercera amiga en discordia del grupo también intentó tocarle sus partes íntimas.

La amiga de la víctima incide en que ésta no quería denunciar: “Ella no quería denunciar. Nos costó muchísimo, de verdad. Estaba en shock. A día de hoy está muy mal, ha perdido mucho peso, está ansiosa. Ha reducido su círculo de amigos porque no se fía de nadie. Está todo el rato pensando que la van a mirar, en cualquier sitio”. “Está obsesiva con todo, no sale de casa. Se piensa que todo el mundo la mira y le hace fotos”, ha añadido.

A posteriori, la amiga también aseguró que nunca había visto a la denunciante llorar así: “La prima de la denunciante me llama y me dice que la necesita irse. La conozco desde hace tres años y no la he visto llorar nunca de esa manera. Me dice: ‘Se ha corrido dentro, me ha hecho mucho daño’. Lloramos las tres, yo no sabía cómo reaccionar en ese momento”.

“Le dijimos que tenía que denunciar y me dijo que no la iban a creer. Ella se quería ir a casa. La cogió y la tiró al suelo y le dijo algo como: ‘Eres mi putita’. Ha recibido tratamiento psicológico seguro porque quedo con ella y me lo dice”, ha concluido la amiga de la denunciante.

La prima de la denunciante: “Me ha dicho que es jugador de petanca”

La prima de la denunciante, la tercera de las tres personas que acudieron juntas a la fiesta de la discoteca Sutton, ha corroborado la versión de su familiar y de su amiga. En su testimonio ha apuntado la incomodidad que le hicieron sentir tanto Dani Alves como sus amigos. “Nos bailaban muy cerca. Me puso la mano y me tocó mi zona íntima. Sé que a la denunciante le puso la mano en la zona íntima también. Yo me separé porque lo había intentado con una y con otra, y vino mi prima y me dijo que él le insistía mucho en que se fueran a un sitio y ella no quería irse”.

Después de esa conversación, Alves se dirigió a la puerta de lo que resultó ser el baño, algo que tanto ella como sus amigas desconocían. De hecho, ella misma invitó a su prima a que saliese -pensaba que a la calle- a hablar con el exfutbolista dando por hecho que no existía riesgo. También ha admitido no saber quién era Alves y que tuvo una conversación con su prima al respecto. “Me ha dicho que es jugador de petanca”, le espetó la denunciante, que más tarde descubrió la verdad, aunque no pudieron comprobarla ante la ausencia de cobertura en el interior de la sala.

Una vez salieron del baño, la denunciante “tenía muy mala cara”. “Le pregunté si estaba bien y si quería que nos fuéramos y ella me dijo que necesitaba irse. Nos fuimos de allí y yo escribí a mi amiga. Solo me dijo que le había hecho mucho daño, que se había corrido dentro”. En ese momento se activó el protocolo contra las agresiones sexuales después de avisar a los trabajadores de la sala.

La declaración de los trabajadores de la discoteca

Las tres últimas personas en declarar en la sesión de tarde han sido dos camareros y el portero de la discoteca Sutton con el que las tres amigas hablaron nada más producirse la supuesta agresión sexual. Precisamente este último ha testificado que vio a la denunciante llorando y “muy alterada”, pero que pensó que podía deberse a un desencuentro amoroso. Más tarde, la denunciante le explicó que había tenido un problema “con alguien importante” y, tras activar el protocolo por la comisión de una violación, Alves pasó “a menos de un metro de ellos” sin decir nada.

Por su parte, los dos camareros han explicado que no notaron ningún comportamiento especialmente extraño entre los dos grupos ni advirtieron que Alves estuviese actuando bajo los efectos del alcohol. Uno de ellos, además, ha señalado a Bruno, el amigo y acompañante de Alves en la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022, como la persona que, con sus gestos, le indicaba qué chicas debían ser invitadas a subir al reservado.

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