Pietro Costanzia, denunciado tras agredir presuntamente a un joven con una barra de hierro en la cabeza

No hay semana de tregua mediática para los hermanos Costanzia. A veces en las lindes del amor, otras en muy diferentes derroteros. Hace escasas semanas, Pietro Costanzia, hermano de Carlo Costanzia, era detenido bajo una acusación de intento de asesinato con un machete a un turinés de 23 años. Aquello fue el 18 de marzo. Ahora vuelve a ser denunciado por atacar, presuntamente, a otro joven con una barra de hierro.

En este caso, tal y como recoge La Repubblica, la denuncia fue interpuesta el pasado 9 de abril ante los Carabinieri. La presunta víctima fue quien lo hizo; en todo momento mantuvo como versión que el hermano de Carlo Costanzia le golpeó con el objeto en la cabeza. El motivo, según su testimonio, es el mismo que, presuntamente, le movió a cometer el otro ataque hace un mes: celos.

“Me salvé haciéndome pasar por muerto”

“Con ella tenía una amistad y hablábamos por mensajes y breves llamadas telefónicas. Durante una de estas llamadas, entre el 20 y el 22 de enero, una voz masculina cogió el teléfono y gritó: ‘Me quito la vida’”, confesó a las autoridades, declaraciones recogidas por el citado rotativo mediterráneo, agregando que su relación con la novia de Pietro empezó justo en el momento en el que coincidieron en clase. “Sabiendo que ella estaba comprometida, aunque yo no conocía la chico, decidí romper la relación”, explica.

El 24 de enero, según la misma versión, ocurrió algo que, a la postre, fue clave. “Me llamó diciendo que estaba arrepentida de ese episodio, que no estaba bien con su novio y que quería tener sexo conmigo. Así que acordamos vernos”, asegura, a lo que agrega que, cuando iba a producirse el encuentro sexual, Pietro apareció, barra de hierro en mano, y cometió la agresión que denuncia.

“Le rogué que me dejara en paz, pero siguió golpeándome, haciéndome caer al suelo. Se puso encima de mí y me dio seis veces más en el cuerpo y en la cabeza”, detalla, haciendo más crudo y explícito el relato cuando revela la estrategia que utilizó para salir de allí con vida: “Me salvé tirando mi teléfono lejos y haciéndome pasar por muerto”.

Tras aquello, llamó a su familia y a los servicios de emergencia, que le llevaron al hospital. “Después de la emboscada de Oreste vi las fotos de Pietro y lo reconozco como el autor del ataque”, pone el punto y final la presunta víctima, sabiéndose afortunado, en comparación con el joven que recibió el machetazo —le amputaron una pierna—, y agradeciendo que sólo utilizara “una barra de hierro contra mí”.

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