FMS ESPAÑA 2024

FMS España Jornada 2: Valencia congela el cambio generacional

La capital del Turia acogió una segunda jornada marcada en lo narrativo por los golpes de la generación que decidió ‘saltar al vacío’.

De Valencia se han contado muchas historias. Desde los murciélagos de lo rat penat y la victoria de Jaime I hasta los enigmáticos últimos días del Cid; las cultas décadas que la urbe fue Taifa y las leyendas de aquel tiempo perdido al que la nostalgia de la renaixença literaria apela. El folklore popular recordará el cuento de las trescientas doncellas, esculpidos sus siete matrimonios en la Puerta del Palau de la catedral; y, desde este fin de semana, la fábula de los tres jinetes de la lírica: Chuty, Gazir y Mnak.

La segunda jornada de FMS España debía leerse entre líneas. Tras una primera fecha que dio la vuelta al formato y que sentó las bases narrativas de lo que van a ser las rivalidades de los próximos meses, dinamitando este cóctel argumental en la reciente Nacional de Red Bull Batalla, los duelos que acogió la capital del Turia escondían la clave para entender hacia dónde se encamina el panorama español de freestyle. Y la conclusión no pudo ser sino una tremenda paradoja. La Ciudad de las Artes y las Ciencias reveló que, en realidad, ambas disciplinas caminan por senderos muy diferentes; bajo esta máxima se evidenció la presencia de dos ‘bandos’, dos corrientes de improvisación, cuya brecha es cada día más insalvable: los que hacen del ‘salto al vacío’ su manera de crear arte y condenan la ciencia ‘preparada’ de los contrarios, y los que defienden que un modelo de rapeo no es menos instantáneo si conlleva una elaboración mental previa.

Una especie de skatepark sobre el que parecía haber caído una bomba de colores fue el lugar escogido para albergar un show cuyo escenario aparecía flanqueado por unas gradas dispuestas de extraña forma. Resultó incomprensible para muchos que las primeras filas contasen con las típicas sillas blancas de consistorio municipal, criticando que el calor del público es mayor si el ateneo permanece de pie; quizá por ello, quizá no, el ruido por parte de los espectadores pudo ser mayor. Y así lo hicieron saber los propios participantes.

El arte sobre la ciencia, y viceversa

El primer choque enfrentó a un Kmbra a medio gas contra la mejor versión de Michu: el primero propuso y el segundo leyó mejor lo planteado, sobrepasando al rey de las plazas en su propio juego y exhibiendo, de cuando en cuando, algunas dotes de métrica. No obstante, el veredicto cayó del lado de un Kmbra que no dejó de reconocer la injusticia del fallo. Primeros tres puntos para el de Fuenlabrada; y primeros tres puntos para Sweetpain, que barrió en la siguiente batalla a Le33 de manera incontestable —mismo resultado obtuvo el gallego ante Mnak tras una discreta pero aceptable batalla—. Hizo efecto el duelo contra Gazir en la jornada pasada; el sevillano ha dado un giro de 180 grados a su actitud para creerse capaz de aullar sobre el micrófono de la misma manera que lo hacía en 2020. En lo que podría deducirse como una extensión de estos dos enfrentamientos, Sweet enterró a Michu de manera directa y Kmbra, que seguía en la luna de Valencia, sucumbió ante Gazir.

Traía el aire de la ciudad mediterránea buenos recuerdos a Chuty, que hace un año conquistaba allí la Nacional de Red Bull Batalla. Aterrizó el de Entrevías como un avión intentando aparcar en doble fila: rompiendo los espejos retrovisores de los rivales que tenía a cada lado. No fue de manera simétrica. Contra Zasko pudo haberse entendido un resultado diferente por el buen nivel y la constancia del alicantino, que convenció a la grada más que el madrileño y que obtuvo, al menos, los tres puntos de su enfrentamiento con Elekipo; a Alek, simple y llanamente, lo desterró de tierras valencianas. Tanto Chuty como Gazir afilan los colmillos y lucen estos días un nivel muy cercano a su máximo potencial, ambos con la vista puesta en la Internacional de Red Bull Batalla.

Pero la jornada tenía una lectura diferente. Mnak se vengó de Alek y le ganó de manera directa, dejando atrás el recuerdo de la cruel noche gaditana; Gazir tumbó a un Navas colmado de locura que jugó muy bien su papel en su debut liguero; Elekipo dio la bienvenida a Segrelles con una victoria directa y, efectivamente, Chuty noqueó a Alek. Todos estos duelos estuvieron marcados en lo argumental por la estela de un movimiento que parece haber explotado tras la última Nacional y, en concreto, el polémico enfrentamiento entre Force y Segrelles: el planteamiento se ha unificado en el imaginario del freestyle por la manera en que los segundos citados en el párrafo defienden el ‘salto al vacío’ por encima del clásico modus operandi que ha reinado desde hace no pocos años en las batallas.

Podría haber robado segundos al reloj del tiempo esta nueva generación, posiblemente la mejor construida de los últimos años, pero no consiguieron escalar los altos muros de la experiencia. Quedó el castillo valenciano sin asaltar y la ruptura entre arte y ciencia más patente que nunca, emplazando dicho debate a la siguiente jornada de FMS. Por lo pronto, de Valencia se recordará la leyenda de sus tres jinetes, Chuty, Gazir y Mnak, que salen de la ciudad con pleno de puntos; y el príncipe, Zasko, a quien sólo le restan los puntos que perdió en una batalla que todavía despierta susurros en la costa mediterránea.

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