El regreso del artista incalificable: L. A.

L. A. se bajó de los escenarios cuando nadie lo esperaba. Cuando los había conquistado. Ese nombre como cabeza de cartel de festivales como el FIB, el Festival Internacional de Benicassim, el DCODE o el Low. Lo más alto. Era 2015. Y la gira Ocean Tour, alrededor del disco From the City to the Ocean Side, era la más exitosa de su carrera. La de la banda liderada por Luis Alberto Segura, del acróstico de su nombre lo de L. A. (acompañado por Ángel Cubero, bajo, Pep Mulet, guitarra, sintetizadores, percusión y coros, y Dimas Frías, batería), que les llevó a tocar por iglesias y jardines botánicos, a colgar el ‘no hay entradas’ en el Teatro Principal de Mallorca y a ser teloneros del grupo irlandés Kodaline. Grabado en un estudio de Los Ángeles, cómo no, resultaba una tela de araña, que atravesaba con un sonido de post-rock mezclado con el pop y el folk americano, alejado de las modas o de lo comercial. Pero con pies propios. Y firmes. Porque cómo llegaba. Sus canciones eran un viaje. En 2017, justo un año antes de ese comunicado en el que anunciaban, “un parón indefinido”, publicaba King of Beats, con una de esas canciones, Leave It All Behind, que, cuando uno descubre, no puede dejar de escuchar en bucle.

Traslada. Parece increíble que ese sonido se haya parido en España, en Palma de Mallorca, de donde es Luis Alberto. Ese fue uno de sus reinicios. De ahondar en otros sonidos.

The Beatles y The Who eran sus principales influencias cuando, en 1994, éste comenzó a tocar la batería con The Green Cherries. Glycerine, Los Valendas y Nash fueron sus otras bandas antes de comenzar una carrera en solitario, con su propio sello, Dreamville Records, en 2004.

En 2019 llegaba su incursión en español con Amenaza Tormenta y, en 2021, el Evergreen Oak que suponía otro reinicio de Luis Alberto como L. A., con la influencia de The Beatles de nuevo palpable, con letras bonitas y nostálgicas, sin más pretensión que sonar a sí mismo. Tres años después llega The Right Time. Tras haber celebrado de gira los 15 años de su primer y exitoso disco Heavenly Hell. “El artista mallorquín cierra un ciclo y abre uno nuevo, cambiando radicalmente de sonido, propuesta e intenciones. Se abre una nueva puerta a un universo sonoro nunca explorado anteriormente por Luis Albert Segura”, se anuncia. Primer bocado de un disco y una gira que llenará su 2025. Otra “canción pegadiza y efectiva”, como define la revista Mondosonoro. Otra tela de araña. Pero de otra manera.

Una nueva etapa en la que el sonido del artista incalificable sonará más fresco y directo, más pop, con Dua Lipa, Billie Eilish o Post Malone como influencias. Íntegramente en inglés. Y en el que busca volver a conquistar esos escenarios que llenaba en 2016. Y ya para ya no volver a bajarse.

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