MÚSICA
El demencial guion que escribió Nick Cave para ‘Gladiator 2′
Russell Crowe fichó al músico australiano para que escribiese una secuela... en la que involucró a Jesucristo y los viajes en el tiempo: “Una obra maestra”.
Ahora que el estreno de Gladiator 2 está casi en los proyectores de medio mundo no está de más acudir a sus orígenes, un lo que pudo ser y no fue en el que intervino el icónico músico Nick Cave apostando un guion de esos que dejan el culo torcido. Fue en 2006, por mediación de su amigo Russell Crowe, y lo que salió de la mente y las teclas de Cave no tiene desperdicio: Máximo Décimo Meridio volvía a nuestras pantallas... para asesinar a Jesucristo. Como suena.
El libreto que escribió Cave, un genio con una carrera musical respetadísima, escultor de inesperado prestigio y autor de dos novelas, ya comenzó con una pregunta clave. “Cuando Russell (Crowe) me llamó para preguntarme si quería escribir el guion, le dije “¿Pero tú no morías en las primera?”, su respuesta fue “Sí, pero arréglalo”, recordó Cave en una entrevista en julio pasado. ¿Y cómo arreglarlo para que Russell Crowe volviera a ser la estrella de la secuela? Pues a revivirlo toca. Y la idea de Cave fue de todo menos canónica. Ahí es cuando se le ocurrió el título del film, Christ Killer. Sí, Asesino de Cristo.
“La idea es que el personaje de Russell al morir va al purgatorio, allí le esperan los dioses, que están muriendo porque la gente está empezando a creer en un único dios, Cristo bajado a la Tierra, que es muy popular. Por eso los dioses le encargan al Gladiador matar a Jesucristo y a sus seguidores”. Así define el australiano la premisa del guion. Pero fue todavía más allá. Máximo Décimo Meridio termina viajando en el tiempo para seguir siendo una especie de sicario de esos dioses celosos en diferentes épocas de la historia de la humanidad, de las Cruzadas a la Segunda Guerra Mundial, a mitad de película mata a su propio hijo porque esos mismos dioses le han tendido una trampa y la escena final son 20 minutos en plena guerra de Vietnam. Delirante. Menos para Cave, que casi dos décadas después se lo sigue pasando pipa al recordar su ocurrencia. “Era una obra maestra”, dice. “Lo disfruté muchísimo mientras lo escribía porque sabía a todos los niveles que esa película nunca se iba a hacer...”.
Ni siquiera tuvo que ser Ridley Scott el que impusiera su criterio como director del proyecto. Fue el propio Russell Crowe el que asumió la que había liado y metió el escrito en el cajón del olvido. “No me gusta, colega”, fue la única razón que le dio a Cave. Para quien tenga curiosidad, el guion se puede encontrar fácilmente en internet y no tiene desperdicio.
Aunque parezca increíble, Nick Cave no sólo no se lo tomó mal, es que siguió explorando esa vena como guionista. En 2005, un año antes del encargo de Gladiator 2, se había estrenado The Proposition, un western australiano de modesto presupuesto con su firma. John Hillcoat, el director, le reclutó de nuevo para un intento, ahora ya en Hollywood. Cave escribió Lawless (2012), protagonizada por Tom Hardy y Jessica Chastain, y fue a presentarla al Festival de Cannes. Allí recibió una ovación de diez minutos...
Gladiator 2 aterriza ahora en los cines sin Russell Crowe y sin el más mínimo rastro de aquel guion de Nick Cave. Ojalá, en un universo paralelo a este, alguien esté disfrutando con palomitas en la mano viendo ese surrealista texto plasmado en una película. Menuda suerte.
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