MÚSICA
Miguel Ríos: “En la cama se ha hecho lo que se ha podido”
El cantante ha concedido una entrevista para la Cadena SER en la que se pronuncia sobre las drogas, sobre su ilegalidad y sobre el paso del tiempo.
Miguel Ríos celebra este año el 40 aniversario de uno de sus discos más reconocidos e historia del rock español: Rock and Ríos. El artista, que iniciará una gira en verano de este año por buena parte de la geografía nacional, ha hablado sobre su música, sobre el pasado y sobre su vida en una íntima entrevista para la Cadena SER en la que no ha querido evitar ninguno de los temas más polémicos, incluso el de las drogas. Y respecto a este asunto tiene una idea muy clara: “Lo que hace la ilegalización de las drogas es más millonarios, como las guerras y las armas”.
La rendija abierta por el cantante para hablar del consumo de sustancias en la industria de la música la aprovechó Aimar Bretos para saber más de cómo vivió Ríos el auge de las drogas en los años 80: “Tenía una tabla de salvación alucinante: la garganta. Todo el mundo estaba poniéndose y yo estaba haciendo escalas. Yo esperé a metérmelo después y quedé de puta madre, era el único que tenía la voz entera. Ni siquiera los cantantes más poderosos pueden drogarse durante un tiempo sostenido con drogas que vayan en contra de la mecánica de la garganta”, explica. El bienestar de sus cuerdas vocales le llevó a cuidarse mucho antes de las actuaciones y eso le diferenciaba del resto: “Yo tenía una salvación que era un repertorio exigente, y eso me obligaba a cuidarme”.
Y es que los conciertos de Miguel Ríos le exigían mucho a nivel físico y así lo recuerda en la SER: “Sudaba todos los días haciendo deporte. Ahora me doy cuenta de que la vejez consiste en que no puedes llegar a sudar, no puedes desarrollar calorías suficientes para sudar. Yo me pegaba unas sudadas...”. Defiende, además, que ha sudado más sobre el escenario que en la cama: “En la cama se ha hecho lo que se ha podido”, responde divertido. Eso sí, a pesar de no sudar como antes, su prioridad siempre que pisa el escenario es todavía la misma que cuando empezó: “Yo no quiero que salga desilusionado de un concierto. Me moriría de vergüenza”.
Miguel Ríos y el irremediable paso del tiempo
El artista nacido en Granada comenzará su gira el próximo agosto con 79 años en su contador, con muchas vivencias, una enorme experiencia y el deseo, al contrario de lo que piensan muchos, de no ser inmortal: “En los últimos tiempos en que ya la cara se te descuelga y te das cuenta de que le óxido está haciendo su faena imparable y necesaria porque ser inmortal sería una putada en este mundo”. Ahora llegan las reflexiones, la mirada al pasado, y Miguel lo hace con orgullo: “No siento carencias que me provoquen algún tipo de malestar o inquietud, porque todo lo que he intentado lo he hecho. No he querido soñar nunca demasiado, he sido muy realista. Para mí lo importante de la memoria no está en la nostalgia, sino en los datos que me da, de cómo viví, de por qué soy como soy ahora. Yo soy ahora porque fui aquello”.
Divertido, Ríos rechaza la idea de haber sido un pionero en el rock y confiesa que el ser humano se desarrolla copiando: “Todo el ser humano ha crecido copiando. Yo cuando conocí a Elvis Presley lo que más me provocó fue imitarlo. No sabía lo que decía, pero lo entendí. Lo primero que se me ocurrió fue intentar el tupé. Me quedó fatal porque tenía el pelo rizado. No teníamos gomina entonces, lo hacíamos con jabón”.