MÚSICA
Malú habla por primera vez de las críticas por su “mal carácter”
La cantante, cansada de que la tachen de “borde” o “antipática”, habla sobre esto en ‘Accoustic Home’, de HBO Max: “No he montado un pollo en mi vida”.
Malú es una de las grandes voces femeninas de nuestro país. A sus 41 años, la cantante y compositora cuenta con una extensa y laureada carrera musical llena de galardones como la Medalla de Andalucía o un Premio Ondas a ‘Mejor artista de año’. Además, cuenta en su haber con el gran hito de haber llenado hasta en cuatro ocasiones el Wizink Center de Madrid en una misma gira, tanto en 2014 como en 2016.
A pesar de todo esto, la artista carga desde hace varios años con la mochila de que muchos la tachen de “difícil”, “borde”, “antipática” y “áspera”. Unos calificativos de los que está cansada y de los que habla por primera vez en su participación en ‘Accoustic Home’, de HBO Max. “No he montado un pollo en mi vida”, comienza diciendo.
“Los he montado cuando tenía 16, 17 y 18 años porque no tenía ni idea. Yo no sabía ni de qué iba todo esto ni que había que tener una parte de relaciones públicas. A mi solo me importaba llegar al escenario y hacer el concierto de mi vida”, sigue expresando en la citada plataforma. Asimismo, Malú se considera una persona muy perfecionista: “Siempre quiero que el trabajo esté bien hecho”.
“A mí me gusta que las cosas estén bien y me gusta que seamos serios y profesionales cuando trabajamos. Yo no me meto con la gente, yo no ataco a la gente que trabaja conmigo, sino no llevaría veinticinco años con mi batería. El músico que menos años lleva conmigo, lleva quince”, añade respecto al equipo que le acompaña en cada uno de sus proeyctos y giras.
“¿Carácter? Pues claro que tengo carácter. Tengo yo y probablemente todas las mujeres de mi industria, todas las mujeres de mi staff que llegan y ponen en pie un montón de tíos. Te montan un escenario y dirigen a un montón de gente”, expone la artista.
Su única prioridad
A nivel profesional, Malú admite que su única prioridad es salir al escenario y que todo salga bien. “Cuando me decían: ‘oye, me paso a verte antes del concierto’, yo pensaba: ‘no me jodas’. Yo en ese momento soy una roca de tensión, de calentar, de nervios, de cerebro focalizado en lo que tengo que hacer”, dice.