Los pueblos más bonitos del País Vasco en 2024: ¿cuáles son los que tienen más encanto?

España siempre ha sido un país en el que el turismo ha tenido mucho impacto económico. En 2022, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 11,6% del PIB nacional llegó a través de esta actividad económica y, además, el 9,3% de los empleos en todo el país. Unas cifras que se deben a la llegada de turistas extranjeros, pero también al movimiento de ciudadanos dentro del país.

Entre todas las maravillas que ofrece España, el País Vasco es, sin duda, una de las más visitadas del país. Bilbao o San Sebastián, así como paisajes inolvidables como San Juan de Gaztelugatxe, convertido en Rocadragón por los creadores de la serie ‘Juego de Tronos’, son algunos de los lugares más visitados, aunque hay pueblos que no deberían escapar a los ojos de los turistas.

Hondarribia (Guipúzcoa)

También conocido como Fuenterrabía, se encuentra en la desembocadura del río Bidasoa, a poca distancia de la frontera con Francia. Es uno de los lugares más pintorescos de la región por sus barrios de pescadores, sus casas pintadas de colores y sus terrazas. Tiene, además, un casco urbano amurallado y varios palacios barrocos.

Tolosa (Guipúzcoa)

Por el pueblo que vio nacer a Xabi Alonso pasa el río Oria. En el pasado, Tolosa fue la capital de Guipúzcoa por la importancia que tiene en el comercio entre Navarra y el mar Cantábrico. Su convento, su palacio y sus calles hacen que la visita valga la pena. Eso sí, no olviden comerse unas buenas alubias y disfrutar de los postres clásicos del lugar.

Getaria (Guipúzcoa)

Hablando de vascos ilustres, en Getaria nació el marinero Juan Sebastián Elcano. No es de sorprender, por tanto, el predominante ambiente pesquero y marítimo. En medio del mar, un monte llamado ‘Ratón de Getaria’ por su forma culmina un pueblo que tiene también atractivo en su casco urbano.

Mutriku (Guipúzcoa)

El Cudillero vasco. Construido sobre la ladera de una montaña y a orillas del mar, el pueblo tiene un notorio origen medieval y unas rampas que asustan hasta a los mejores ciclistas. Pese a todo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o la lonja de pescadores hacen que la visita merezca la pena.

Mundaka (Vizcaya)

El enorme torreón de su iglesia de Santa Catalina a escasos metros de la ría de Mundaka destaca en el ‘skyline’ del municipio. El significado del nombre, “agua limpia”, es toda una declaración de intenciones de lo que el visitante puede encontrar allí. Las marismas se encuentran en medio de la Reserva de la Biosfera de Urdabai.

Lekeitio (Vizcaya)

Entre un paisaje montañoso emerge Lekeitio, un pueblo costero que tiene uno de los puertos más bonitos del país. Su casco histórico es también muy atractivo, pues conserva una basílica gótica, palacios y murallas en pie.

Laguardia (Álava)

Limítrofe con La Rioja, Laguardia es un pueblo completamente distinto a los anteriores. En este caso, su mayor atractivo, además de sus calles, es el turismo vinícola. El municipio está repleto de bodegas y, tras él, se levanta la sierra de Cantabria. Todo ello junto al color marrón uniformado de la mayor parte del interior de su muralla hace del lugar un sitio precioso.

Elciego (Álava)

Con menos de 1.000 habitantes, Elciego comparte con Laguardia el interés por el vino, pues en su interior están las bodegas del Marqués de Riscal. Su casco urbano y el escandaloso hotel Marqués de Riscal a Luxery Collection -que todo hay que decirlo, no comulga especialmente con el resto del paisaje-, hacen de Elciego un lugar que visitar.

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