“Las ‘munitionettes’ llenaban estadios pero las quitaron de los libros de Historia”
El actor Sergio Peris-Mencheta se embarca en dirigir la obra teatral ‘Ladies Football Club’ basada en un equipo real formado por trabajadoras de una fábrica de municiones en la I Guerra Mundial. Un proyecto que cuenta para AS.
Hace más de cien años, que se dice pronto, un grupo de mujeres desafió las convenciones, le dio una patada al machismo y logró ser el equipo más seguido de Inglaterra. Un ejemplo que estimuló la imaginación del dramaturgo Stefano Massini y la inquietud de Sergio Peris-Mencheta, uno de nuestros actores más internacionales y también uno de los directores teatrales más prestigiosos del momento. En 2018 se enamoró de un libreto titulado Football Ladies Club basado en la historia real de las Dick, Kerr Ladies, el equipo femenino de trabajadoras de una fábrica de municiones durante la I Guerra Mundial que rompió barreras y llenó estadios, y en breve lo pondrá sobre las tablas a lo largo y ancho de nuestro país.
Nos citamos a tiro de piedra del Teatro Real con Peris-Mencheta y Ana Rayo, una de las once munitionettes, como se conoció en su momento a aquellas trabajadoras que fabricaban munición, para hablar largo y tendido de este Ladies Football Club.
Una historia, la original, sin final feliz. “A las munitionettes las taparon, directamente las echaron de los libros de historia”, dice Peris-Mencheta. “Como siempre nos pasa”, apuntilla Rayo. “Les prohibieron entrenar, porque decían que eso afectaba a su fertilidad, y eso duró en Inglaterra hasta 1972. Estoy rodando en Londres y allí no conocen a estas mujeres, flipan cuando les cuento lo que estamos haciendo”, añade el actor y director, ahora inmerso en el rodaje de la segunda parte de Megalodon con Jason Statham. “Jason ya las conoce”, bromea Peris-Mencheta. “No me extraña”, corrobora la actriz, que relata gráficamente la experiencia: “¡Entre toma y toma nos dirige con llamadas de Zoom! Aparece con heridas en la cara, comiendo dentro de una piscina...”.
Esfuerzos para llevar adelante algo que Peris, como le llama Ana Rayo, califica de historión (“Empezaron con cien personas viéndolas, la mayoría voluntarias de la Cruz Roja que encima las ponían a parir, y terminaron metiendo 50.000 espectadores en los estadios y miles más que se quedaron fuera”) y cuya adaptación le absorbió hasta el perfeccionismo. A agotar toda la bibliografía existente sobre las Dick, Kerr Ladies y documentarse para comprobar si algunos detalles futboleros existentes en la obra como el fuera de juego (clave en un momento de la trama) existían ya en 1917.
También se estrujó la cabeza para escenografiar el juego. “Hay balones, pero es imposible jugar al fútbol en un teatro, imagínate un balón yéndose al patio de butacas... Todo es metafórico, cada una de ellas representa una manera de ser, como si fueran una alineación”. Una exploración del universo de la mujer que dejó de ser simplemente hija, esposa y madre para abrir una senda al resto. “Es alucinante y emocionante ver el récord de los 91.000 espectadores en el Clásico femenino”, coinciden ambos, director y actriz.
Un once de actrices
Un libreto con once mujeres sobre el escenario es la oportunidad perfecta, además, para poner la lupa en las dificultades que sigue sufriendo las actrices. “El 97 por ciento de los actores y actrices no viven de esto... y dentro de ese pequeño tres por ciento, el setenta por ciento son hombres”, explica Peris-Mencheta. “Los personajes que se escriben son también en su mayoría masculinos. Yo trabajo no porque sea buena actor, es porque estoy en ese porcentaje bueno y encima son más las mujeres que quieren ser actrices que los hombres que quieren actuar. Te encuentras con la posibilidad de representar una obra con once mujeres, escrita por un hombre y dirigida por un hombre... ¡uffff! (resopla fuerte). Ahí es donde empiezo un viaje para intentar saber, aunque sea por un ratito, qué es ser mujer hoy”. Una visión que complementa, en primera persona, Ana Rayo. “En mi carrera si eres ‘la mujer de’ vas mucho más lenta que si vas sola, ahí está Penélope Cruz, por ejemplo, que la tratan ‘de mujer de’ con todo lo que ha hecho...”.
Memoria histórica y reivindicación de las actrices en un momento, en su profesión, marcado por una reciente gala de los Oscar plagada de masculinidad tóxica. Para Ana, “ver a Will Smith levantarse, ir, darle una hostia a alguien y volverse todo orgulloso, hiela la sangre”. Un shock del que extraer, con todo, una parte positiva. “Está cambiando el mundo, hace unos años intentar mostrar esa toxicidad suponía que te dijeran de todo, las olas feministas están sirviendo”.
El Madrid, el rugby y Javier Bardem...
Futboleros y madridistas los dos, ella fan de Fernando Alonso y antigua socia del club blanco (“Era lo único que he tenido en común con mi padre, pero me enfadé con el fútbol durante la crisis económica de 2008 por las ayudas estatales que recibían los clubes y rompí el carné”), el caso de Peris-Mencheta con el Madrid es más que curioso porque implica una camiseta de Juanito y la chapa de Michel.
“Soy madridista a pesar mío, pero no soy antibarcelonista, me flipaba Messi y el Barça de Guardiola, me encanta el Cholo, la Real, los hermanos Williams... Ahora me gusta ver a Gavi, Nico, Pedri, que son los Xavi e Iniesta de ahora. Soy madridista porque siendo niño, en vez de regalarme una camiseta de Quini, fue de Juanito”. Una conexión con el Madrid de los ochenta que terminó de sellarse en los recreos y en el parque gracias a un icono blanco. “Soy actor, podrías preguntarme que con quién me paralizaría si lo conociera en persona... ¿Pacino? ¿De Niro? No, me pasaría con Michel”. La explicación le devuelve a su infancia. “Jugaba a las chapas y yo me hice un Real Madrid con las fotos de los que estaban. Había uno que era Michel. Jugaba con garbanzos y había una chapa que, por lo que fuera, metía golazos siempre. Era la de Michel. Entre eso y que era el guaperas (ríe), era un tipo con carisma, odiado en muchos sitios, era el Piqué de la época...”.
Sin embargo, rápidamente la conversación gira hacia otro deporte. El rugby. En el Liceo Francés, donde era talonador, también jugó Javier Bardem, Peris-Mencheta destacó hasta ser internacional. “Jugué dos Mundiales como cadete y juvenil, en uno casi ganamos a Argentina y mejor que no lo hicimos porque luego nos habría destrozado Sudáfrica...”, recuerda riendo. “No era un gran jugador, técnicamente era un ceporro y tácticamente era malísimo, pero se me daba bien organizar y por eso me eligieron capitán. Y ojo, que corría 100 metros en once segundos con 105 kilos, era una locomotora”. “Tiene carisma”, tercia picándole Ana, “normal que fuera capitán”. Y tanto, que su entrenador le apodó “el hijo del Capitán Trueno” y años después... actuó en la película El Capitán Trueno y el Santo Grial (2011) encarnando al famoso personaje creado por Víctor Mora y Ambrós en los años cincuenta.
Eso fue, el teatro, las cámaras, lo que le apartó finalmente del ovalado. “Tuve que elegir entre jugar o actuar y además ¡no quería sufrir las orejas de coliflor!”. “En el rugby se te bajan los humos, no pasa como en el fútbol donde Messi o Maradona podían mearse en todos los rivales y marcar. Lo importante es el equipo y la solidaridad entre todos”, explica. La que mostraron, también, el Dick, Kerr Ladies y ahora once actrices en Ladies Football Club por las que Peris-Mencheta trasluce admiración “Están echando horas y horas siendo madres, teniendo varios trabajos... ver de cerca como hombre esa sororidad que están creando entre ellas para sacar adelante el proyecto... es algo maravilloso”.