Las amigas de Tamara Falcó quieren impedir su boda con Íñigo Onieva

Tamara Falcó tiene el 8 de julio marcado en rojo en su calendario. Será el día en el que la marquesa de Griñón se de el ‘sí, quiero’ con Íñigo Onieva en el palacete de El Rincón después de numerosas polémicas en su relación. Un camino hacia el altar que no está siendo nada fácil para la colaboradora de ‘El Hormiguero’ que se está enfrentando a varios contratiempos como el de perder su vestido de novia después de que la firma ‘Sophie et Voilá’ decidiera romper su contrato con ella.

El que se espera que sea el enlace del año vuelve a enfrentarse a otra traba, tal y como desvela el programa ‘Socialité’ presentado por María Patiño y Nuria Marín en Telecinco. El espacio producido por La Fábrica de la Tele explica a sus espectadores que las amigas más cercanas a Tamara Falcó estarían llevando a cabo un plan con el fin de evitar la unión entre la hija de Isabel Preylser y el joven empresario.

“Al problema del vestido también se suma que las amigas de Tamara estarían tomando medidas drásticas para que no se case”, cuentan desde ‘Socialité’. El reportero Darío del Alcázar amplia esta información afirmando que estas personas “estarían rezando a escondidas para evitar esta boda”. Las confidentes anónimas de la marquesa de Griñón interpretan lo ocurrido con el vestido de la firma ‘Sophie et Voilà’ como “una señal divina” de que en enlace no tiene que producirse.

El miedo de las amigas de Tamara Falcó

“Durante la despedida de soltera de Tamara, que entre muchas actividades consistió en ir a Fátima a ver a la Virgen, a espaldas de ella se iban a la ruta milagrosa a poner velas para que no se case”, añade el periodista Pedro J. Fernández. Desde ‘Socialité’ recogen que la futura mujer de Íñigo Onieva no acepta ningún tipo de comentario o crítica hacia su pareja y por esta razón sus amigas actúan a su espalda “por miedo a ser expulsadas de su círculo”.

“Compuesta y sin vestido”

“Todo saltó por los aires cuando lo conté en ‘El Hormiguero’”, explicó Tamara Falcó. “Empezamos trabajando con estas diseñadoras y yo ya tenía en mente el vestido que quería. Tenía esa inspiración y estas chicas vinieron a casa de mi madre y me dijeron que les encantaba tras la primera prueba. Cuando se empezó a torcer la cosa fue todo muy desagradable porque estaba desanimada y triste. Yo no iba a cobrar por mi vestido de novia, sino por el contrato que tenía con ellos. Se han dicho cosas horribles que están en manos de mis abogados en estos momentos”, contó en el programa de Pablo Motos.