REDES SOCIALEAS
La reflexión de Mónica Carrillo tras una devastadora vivencia
La periodista lanza dos profundas reflexiones en las redes sociales sobre la vida y la muerte tras conocer el inminente desenlace de una gran amiga. “Vivan”, dice.
Mónica Carrillo vive unos días muy difíciles después de visitar a una de sus grandes amigas en la UCI donde se encuentra tras sufrir un accidente cerebrovascular. La presentadora de ‘Antena 3 Noticias’ ha querido compartir esta dolorosa vivencia a través de las redes sociales donde reflexiona sobre la vida y la muerte ante su más de medio millón de seguidores. Según la periodista, los médicos ya no pueden hacer nada por salvar a su confidente.
“Permítanme la licencia de hablarles de algo personal, tengo la necesidad de hacerlo”, comienza escribiendo la comunicadora. “Estuve viendo a una amiga que lleva varios días sedada en la UCI tras haber sufrido un ictus con derrame cerebral. Cuando entro a un hospital siempre tengo la misma sensación”, continúa expresando devastada. “Lo de entrar en un mundo al que damos la espalda en el día a día porque esa realidad no es agradable de ver. Los boxes de cuidados intensivos sin separación únicamente únicos por la gravedad del asunto, de cada una de las personas que allí yacen. Unas conscientes, otras no”, añade.
“Salí de allí de la única manera en la que se puede salir: resignada y esperanzada por si la ciencia pudiera hacer algo por recuperarla. Me acaban de decir que hay muerte cerebral y que no hay posibilidad de hacer nada por ella. Mañana la desconectan. Es injusto para ella y para las personas que la queremos, pero me gustaría lanzar dos mensajes”, dice sobre la situación de su amiga.
El mensaje de Mónica Carrillo
La primera reflexión de Mónica Carrillo pasa por un absoluto agradecimiento a los profesionales de la salud: “Agradecimiento a los sanitarios que cada día atraviesan esas puertas a las que el resto no nos gusta mirar. Gracias por su profesionalidad y cariño hacia los pacientes”. “Y la segunda reflexión es para todos, también para mí. Preocupémonos por lo importante. Prioricemos nuestros motivos de angustia porque, cuando la vida golpea, no suele avisar. Vivan, intenten ser felices y hacer felices a quienes les rodean. Mis disculpas por el desahogo”, concluye.