La gran preocupación de Sylvester Stallone con su reality show

Sylvester Stallone está de enhorabuena. El actor está preparando ya su proyecto más personal hasta la fecha, su propio reality show. Se trata de un trabajo en el que se podrá ver al intérprete en su día a día y junto a su familia, desde su mujer, Jennifer Flavin, hasta sus hijas, Sophia, Sistine y Scarlet: “Quiero ser realista con mis hijas. De hecho, quiero tener imágenes de eso”, ha comenzado explicando el actor en una entrevista concedida a ‘ET Canadá'.

En su intervención, Stallone ha admitido que la serie se estrenará en Paramount+ y que son “aguas desconocidas”, y que es un proyecto en el que le hubiera gustado ver a otros ídolos: “Cuando crecí, me hubiera gustado ver a estrellas como Brando en su casa cociendo huevos y haciendo el tonto. Eso es interesante. Son realmente humanos. No van por ahí con gafas de sol y gente maquillándose todo el día y aprendiendo frases. Realmente hacen cosas tontas, repetitivas y bobas que todos hacemos en la vida. Ese tipo de cosas”.

El actor tiene además unos referentes en el mundillo, ‘The Osbournes’, a quienes elogió por ser totalmente reales ante sus espectadores: “Creo que el primero que realmente acertó fue Ozzy Osbourne. Simplemente no le importaba. ‘Mi perro se caga en el suelo, no soy una superestrella’”.

No quiere dar vergüenza

Eso sí, Stallone ha pasado a contar que también está preocupado por este programa, por si fuera vergonzoso “todos los días” durante el rodaje. “Pensaba: ‘¿Por qué tengo que hacer esta mierda, en serio?’. Así que había que establecer parámetros. Nadie va a entrar en el baño a ver cómo te cepillas los dientes”, ha confesado, para después añadir que el “99 por ciento” era para que sus hijas “vieran como son sus vidas”.

Entre otras cosas, también se podrá ver la rutina matutina que sigue el actor que interpreta a ‘Rocky’: “Creo que todo el mundo debería permitirse una hora por la mañana antes de que empiece la locura. Empiezo con estiramientos y luego hago algunos ejercicios extraños que normalmente no se trabajan, como lumbares y antebrazos. Algo que no sea demasiado extenuante, pero que sea un músculo único que nadie trabaja”.

Unos músculos sobre los que él mismo asegura que son fruto de su buena dieta y los genes: “Hay que tener un cierto tipo de genética y hay que tener voluntad de querer hacerlo. Ese es el gran problema: lo difícil”.